
Tal como se convocó la semana pasada, este lunes los descontentos con las medidas provisionales que Adif o Renfe han tomado con motivo de las obras de modernización y adaptación en la estación de Granollers Centre, se volvían a manifestar, primero delante de la puerta principal y más tarde en el interior de la sala de espera, para pedir el cese de la discriminación que sufren las personas con problemas de movilidad, viajeros que tienen que subir a mano bultos pesados o cochecitos de bebé por la escalinata provisional con 56 escalones de subida y otros tantos de bajada, habiéndose suprimido el paso a nivel entre vías que hasta ahora venía utilizándose, esgrimiendo ahora problemas de seguridad.
En esta ocasión el número de manifestantes no superó el medio centenar pero los ánimos estaban más caldeados, máxime al no conseguir entregar en mano su queja por escrito a ningún responsable de la estación o de la compañía. Después de leer de nuevo el manifiesto del pasado lunes y concentrarse ante la puerta principal, tres portavoces de los organizadores se dirigieron al interior de la estación, con la intención de entregar dicho manifiesto al responsable de la misma. Durante bastante tiempo fueron recibiendo largas, indicándoles que no se localizaba a ningún responsable, lo que fue caldeando los ánimos, consiguiendo al contrario de lo que posiblemente esperaban, que se trasladase la protesta a la sala de espera. Finalmente los portavoces tuvieron la oportunidad de dejar por escrito la queja rellenando una hoja de reclamaciones. A continuación, la protesta siguió hasta una hora después de nuevo en la acera, momento que fue aprovechado por el canal de televisión Cuatro, que informó en directo, entrevistando a algunos de los usuarios afectados, a uno de los cuales, según dijo se le ha negado el acceso a la estación por ir en silla de ruedas, a pesar de que podría coger alguno de los trenes que tienen su salida de las tres vías que no requieren el cruce por el paso elevado.
Repetidamente y ya de manera “cansina” como diría el popular humorista, se repite una y otra vez el mensaje por megafonía que indica a los viajeros con dificultades para cruzar por el paso elevado, que pueden utilizar la estación (mejor, apeadero) de Les Franqueses-Granollers Nord, en el barrio Bellavista. En este caso, el problema aumenta, es más caro y se tarda más en el viaje. O se va andando o como medio más barato (?) se coge el autobús urbano. Más de dos euros el billete sencillo y sábados y domingos con frecuencia cada media hora. Y segundo, no todos pueden utilizar el apeadero ya que quienes tengan que viajar en algún tren regional con destino más allá de Sant Celoni, estos trenes no tienen parada. A nadie se la ha ocurrido tampoco autorizar temporalmente la parada, cosa que no alteraría en nada el servicio ya que muchos de estos trenes, como hemos podido comprobar, después se detienen antes de llegar a la de Granollers, “por motivos técnicos” o en la de Sant Celoni por circular antes de la hora.
La justificación de haber suprimido el paso a nivel instalado al final del andén tampoco convence a los usuarios que hasta ahora lo han venido utilizando y que hasta no hace mucho años en muchas estaciones no había otra forma de cruzar las vías. Naturalmente se trata de ser responsables por la cuenta que les trae y vigilar antes de cruzar. ¿Existe alguna estadística de cuantos arrollamientos de personas ha habido en este paso y cuántos fuera e él? Las cosas deben justificarse mejor. En algunos medios se ha publicado que el paso elevado se desmontará a principio de julio, para utilizar presumiblemente ya el antiguo paso subterráneo. Los ascensores van para largo y los manifestantes han convocado un nuevo acto de protesta para el próximo lunes.
Josep MAS