
No es baladí el problema
del tema jubilación
y es preciso que en España
se preste mucha atención
desde todos los gobiernos,
para el bien de la nación.
Si meten mano al derroche
y a toda la corrupción
y se acaba el privilegio
de tanto golfo gorrón
es posible que las cuentas,
favorezcan la cuestión.
Los políticos de turno
la aguja han de enhebrar
para zurcir los desgarros
y el malestar acabar.
¡Basta ya de manirrotos,
que es lo justo y natural!
El pedir que se prolongue
la edad de jubilación,
pone en la mente adjetivos
que calla la educación.
Trabajen codo, con codo,
para hallar la solución.
Francisco Barbachano