Un Mosso mostrando parte del material utilizado para las falsificaciones

Mossos de la División de Investigación Criminal adscritos a la Unidad Central de Delitos Socioeconómicos y Falsificación de Moneda han detenido a tres hombres de nacionalidad española y de 59, 58 y 44 años de edad, como presuntos autores de un delito de falsificación de moneda.

La operación se inició a finales del mes de febrero de 2017 cuando los Mossos observaron un aumento de denuncias por la detección de billetes falsos de 20 y 50 euros en comercios de diferentes localidades gerundenses.

Los investigadores comprobaron que gran parte de los billetes detectados presentaban características de falsificación muy similares que ya habían detectado en el transcurso de una investigación en el año 2016, y en la que ya arrestaron el falsificador.

Fruto de la investigación, el día 30 de marzo los agentes detuvieron a un hombre en Granollers mientras realizaba compras con billetes falsos, los cuales acababa de recoger del domicilio del principal sospechoso, en diferentes comercios y puntos de venta de la ONCE.

El día 31 de marzo se llevó a cabo un operativo policial que permitió detener al autor material de las falsificaciones en Granollers y otro distribuidor en Girona. Además, se realizaron las entradas y registros en los domicilios de los detenidos, en Granollers y Girona.

La operación policial ha permitido desarticular el centro de producción de billetes falsos que el falsificador había establecido en su domicilio, el cual en el momento de la intervención policial disponía de una capacidad de producción de hasta 450.000 euros. Los agentes decomisaron entre otros utensilios, una impresora de inyección, dos escáneres, varios cartuchos de tinta, una cortadora de papel, un ordenador, varios hologramas para billetes de 50 euros y material para imitarlos, y una gran cantidad de papel .

El falsificador, que disponía de gran experiencia y conocimientos informáticos, ya había sido detenido en los años 1997, 2000 y 2016 por falsificación de moneda. Este hecho propició que tomara muchas medidas de seguridad a la hora de falsificar y contactar con sus compradores. De ahí realizaba los billetes de forma artesanal a su domicilio en pequeñas cantidades y únicamente bajo pedido.

Posteriormente los otros dos detenidos introducían las falsificaciones en el circuito financiero mediante el sistema del «goteo», es decir realizando con ellos compras de productos de poco valor en pequeños comercios. Preferentemente escogían vendedores de la ONCE, ya que las falsificaciones incorporaban las marcas táctiles del papel moneda de curso legal y que los invidentes utilizan para identificar los billetes.

El día 1 de abril el tres detenidos pasaron a disposición judicial, los cuales quedaron en libertad con cargos con la obligación de pasar por el juzgado cada quince días.

Los investigadores recomiendan que para detectar esta falsificación los comerciantes y ciudadanos comprueben los billetes utilizando las recomendaciones del Banco Central Europeo «Toque, mire y gire».