
He leído reflexiones
en torno a los premios Goya,
que han sido muy ponderadas
y, por supuesto, notorias;
provenientes de opiniones,
que entiende bien de esas cosas.
En ese Show de los Goya
hay tanta farsa y mentira,
que el mal gusto sale a flote
y de eso nadie se libra.
Es la gran fiesta del cine,
aunque parezca mentira.
Siempre las mismas caras
y un tanto de grosería;
chistes con “malafollá”:
expresión muy granadina
pues, pasarse de gracioso,
es muy propio de Rovira.
És un círculo vicioso
lo que en el cine domina,
sin dar oportunidad
a los que la gloria ansían…
¿Hasta cuando durará,
la falacia consentida?
Francisco Barbachano