Lucia Rodríguez

Para darnos cuenta de los beneficios del running hay que pensar que la naturaleza del cuerpo humano des de que habitábamos en las cavernas, ha sido correr y estar siempre en movimiento. En la actualidad es más común un estilo de vida sedentario que no nos conviene. Cuando nos sentimos agobiados, estresados…nuestro cerebro y cuerpo nos piden acción. Una de las expresiones más habituales de las personas en estas situaciones es “lo que quiero es salir corriendo”, es decir, desahogarse. ¡Y es que la estructura muscular, fisiología y genética de nuestro cuerpo necesitan moverse!

El running promueve un estado de salud generalizado, y hoy se sabe que la persona que se mantiene física y nutricionalmente sana suele ser una persona también mentalmente sana, o como mínimo, estará mejor prevenida ante factores que nos influyen en el estado anímico.

Cuando estás corriendo, las preocupaciones acuden a tu mente pero ya no te controlan, tu cerebro está distraído en el movimiento y poco a poco tiendes a ver tus problemas menos importantes y los analizas de una forma más racional.

La cultura griega clásica ya conocía los efectos beneficiosos de practicar deporte para la salud (mens sans in corpore sano), de hecho, el valor del ejercicio para la prevención y tratamiento de la ansiedad y la depresión era conocido por los médicos desde la época de Hipócrates. Así que se trata de un recurso antiquísimo.

En el aspecto psicológico, el ejercicio mejora el estado de ánimo (diferentes procesos fisiológicos que ocurren en el cerebro favorecen la liberación de sustancias como neurotrofinas, endorfinas…que explican las sensaciones placenteras y de bienestar que notamos), disminuye la depresión y la ansiedad.

Además, practicar deporte eleva la autoestima (al sentir que progresas en tu deporte te sientes cada vez más capaz de todo y a la vez tu imagen corporal se embellece y todo esto te envuelve en un aura de seguridad y confianza en ti mismo), mejora las habilidades sociales, ofrece oportunidades de interacción social y ayuda a mejorar el enfrentamiento al estrés de la vida cotidiana.

Los beneficios que consigues con el deporte se suelen generalizar a nuestra vida cotidiana, laboral y social. Por ejemplo, si conocéis personas que han practicado deporte durante mucho tiempo observareis que son personas constantes, perseverantes, organizadas, con capacidad extraordinaria para soportar el sufrimiento y el cansancio. Además los runners tienen la facultad de saber organizar muy bien su tiempo, y eso es vital para una buena calidad de vida.

A la comprensión del auge que está teniendo el deporte en general y el running en particular en estos últimos años es interesante la teoría de Csikszentmihalyi, profesor de psicología de la Universidad de Claremont, que dice que existe una barrera marcada entre el trabajo y el tiempo libre. Mientras trabajamos anhelamos regresar a casa, pero cuando estamos en casa podemos experimentar aburrimiento y otros sentimientos negativos. Es decir, mientras trabajamos sentimos que tenemos un objetivo y un feedback claro de lo que hacemos, pero a veces en nuestro tiempo libre no es así. Por tanto, el deporte es una actividad que contribuye a proporcionarnos “estado de flujo” que denomina Csikszentmihalyi,  es decir la sensación que lo que hacemos tiene un sentido y nos divierte, como un juego.

La mejor recomendación es probarlo y experimentar por nosotros mismos las propias sensaciones, pues a menudo no creemos en algo hasta que lo vivimos en nuestras propias carnes. Comprobemos si nos aporta energía positiva, y si es así, no dudemos en continuar, siempre con constancia y con una práctica regular y sin desesperarse los primeros días; el éxito está asegurado para los que tienen paciencia y perseverancia.

Lucía Rodríguez

Psicóloga

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