Arranca una nueva etapa en la vida de Pol Espargaró. Desde el pasado 1 de enero el de Granollers es a todos los efectos piloto oficial de KTM y piensa en llegar lejos en esta aventura.

Atrás queda un ciclo de tres años con una moto satélite de Yamaha, que no le permitió dar el salto a una de fábrica al decantarse por Maverick Viñales como sustituto de Jorge Lorenzo, quien ya luce sus nuevos colores. La oportunidad negada en su anterior equipo le llega desde KTM, marca que con el apoyo de Red Bull pretende hacerse un nombre en MotoGP como ya ha conseguido en otras categorías automovilísticas. Y para este proyecto, en fase embrionaria, contará con la figura del menor de los Espargaró y con el británico Bradley Smith, con el que ya ha compartido ‘box’ en el pasado.

Las primeras sensaciones de Espargaró no pondrían ser más ilusionantes. Detecta mucha ambición de puertas hacia adentro que espera que se trasladen algún día a la pista, consciente de que de entrada deben juntos construir una base sólida. “KTM tiene grandes ideas. Allá donde van, ganan. Así que confían en su potencial, aunque es un proyecto muy joven. Necesitamos experiencia. Pero soy bastante positivo”, dijo en declaraciones a ‘Europa Press’

Pendiente de la horquilla delantera

El tiempo de cocción antes de pensar en ganar no debería ser un problema para un piloto con solo 25 primaveras y todo el futuro por delante. Le sobra talento y lo ha podido demostrar a lo largo de sus tres temporadas en la categoría reina, pese a las dificultades mecánicas con las que se ha ido encontrando. En KTM espera disponer del respaldo que le falta para pisar un podio que en tantas ocasiones se le ha escapado. Precisamente la falta de una evolución de su anterior montura impidió que en 2016 superara su registro de 2014, año en que acabó sexto en la general, conformándose con un octavo puesto.

Lo que más le preocupa a corto plazo es la horquilla delantera, pero confía en que a medida que avance el campeonato pueda colocarse a solo 1.5 de la cabeza de carrera. Y para la zona noble en cada cita del Mundial cuenta con la presencia de Viñales, el mismo que le cortó el ascenso en Yamaha y al que las mejores apuestas señalan como un rival directo de Marc Márquez por el título.

No ha tardado en encontrar las primeras diferencias entre Yamaha y KTM. Todavía están muy lejos de la firma japonesa en cuanto a chasis y electrónica pero por delante en términos de potencia. El menor de los Espargaró quiere llegar al inicio del curso en plena forma física y no ha dudado en incorporar a su equipo a Marc Rovira, a cargo de la preparación física de Jorge Lorenzo durante los tres últimos años. Una figura tan importante en el mundo de las dos ruedas debería facilitar su adaptación a KTM.