Lucia Rodríguez

La excelencia es resultado del hábito. Nos volvemos justos realizando actos de justicia; templados, realizando actos de templanza; valientes, realizando actos de valentía.

Se atribuye a Aristóteles esta frase de tanta sabiduría. Hay quien se rebela y decide no creer que los hábitos te conforman como persona porque no quieren sentirse como si tuvieran que dirigir su vida con reglas y normas. Además que llevar una rutina supone una ardua tarea.

¿Pero sabéis qué ocurre cuando no sigues una rutina o disciplina? ¡No tener rutina o estructura es mucho más agotador mental, física y emocionalmente de lo que cualquier rutina podría ser! Al no llevar a cabo aquello que sabes que te puede hacer mejor – hábitos como el ejercicio, la meditación, o la elaboración de listas de agradecimiento – privas a la mente y al cuerpo de la energía que este tipo de actividades positivas generan. Nos podemos sentir cansados, por dentro y por fuera. Y por si fuera poco, tampoco se realizan nuestros sueños y metas, ya que las dejamos escapar.

Con el tiempo, se reduce la dependencia de la fuerza de voluntad y la motivación porque se dice que los hábitos son “acciones que tomas repetidamente con poco o ningún esfuerzo o pensamiento requerido“. La clave es crear patrones diarios regulares y consistentes que te conducirán a donde quieres ir en la vida, ayudándote a potenciarte en todos los niveles posibles.

Ahora, vamos a comentar algunas de estos hábitos saludables que puedes hacer en tu rutina diaria para alcanzar niveles mentales de más energía positiva, ¡para potenciar al máximo tus capacidades! Aquí van algunas maneras de obtenerlo:

1. Comienza el día con un mantra: En una multiplicidad de estudios científicos se asegura que el pensamiento positivo ayuda a controlar el estrés y mejora el estado de salud general. “¡Hoy va a ser el mejor día de todos!”. Comienzo cada día diciendo esa frase simple (en voz alta) ya antes de salir de la cama. Y sí, incluso me digo esto las mañanas en que me despierto sintiendo como si tuviera el peso del mundo sobre mis hombros. ¡Y especialmente efectivo resulta entonces!

Elige una frase o pregunta que resuene contigo. Puede ser tan simple como sonreír y decir “gracias” en voz alta, reconociendo que has sido dotado con otro día de tu vida para disfrutarlo. También puede ser un mantra más elaborado: “¿qué puedo hacer hoy de bueno?”

2. Sé proactivo. ¡No abras lo primero tu correo electrónico! Cuando te levantas por la mañana, ¿revisas tu correo electrónico o redes sociales? Si es así, estás comenzando tu día de forma reactiva y no proactiva. El problema de hacer esto es que significa focalizarte de buena mañana ya (con la trascendencia que esto tiene, como hemos visto) en las prioridades de otras personas.

Por ejemplo, si recibes un mensaje de correo pidiéndote documentos relacionados con el trabajo, es probable que te sientas obligado a proporcionarlos inmediatamente, y retrasar quizás tus planes de trabajar en tu propio negocio o proyecto que tenías pensado para ese momento. O si abres Facebook y ves a uno de tus amigos en una crisis, esto se convierte en tu enfoque mental y te impide concentrarte en tus propios problemas o preocupaciones.

Comienza tus días enfocado en ti y estarás en un estado mucho mejor de la mente para ayudar a otros.

3. Prepárate mentalmente. Visualiza tu éxito. Algunos de los atletas de mayor éxito en el mundo utilizan la visualización para prepararse mentalmente y cosechar grandes logros en su deporte.  Los expertos recomiendan que se practique la visualización 10 minutos al día para “aprovechar el poder de la mente subconsciente”.

Simplemente cierra los ojos e imagínate conseguir lo que quieres ¡con todo lujo de detalles! es divertido además. Ponte en situaciones donde triunfes, visualizando el mejor resultado posible. Incluye tanto detalle en tus visualizaciones como te sea posible, usando todos sus sentidos y haciendo tu “entrenamiento” aún más poderoso y real.

El propósito de todo esto es pasar el control de tu mente consciente a tu mente subconsciente. Tu mente subconsciente quiere creer lo que sea (bueno o malo), y hará lo que sea necesario para convertir eso que recibe en realidad.

Mencionaré algunas claves más en el siguiente artículo.

Lucía Rodríguez

Psicóloga

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