mossos-esposasLos Mossos detuvieron el 25 de noviembre a cuatro hombres, de edades comprendidas entre los 50 y los 62 años y de nacionalidad italiana, como presuntos autores de dos robos con violencia e intimidación, uno de ellos en grado de tentativa, detención ilegal, atentado a los agentes de la autoridad, daños y pertenencia a grupo criminal. El robo que originó la investigación se produjo el 22 de septiembre de 2015 cuando cuatro hombres asaltaron un representante de joyas en el momento que salía de su domicilio en la localidad de Cardedeu y subía a su coche. Lo curioso del caso es que la banda pretendía asaltar por segunda vez al representante de joyería de Cardedeu.

En 2015 ladrones atacaron violentamente y por sorpresa al vecino de Cardedeu, lo ataron con cinta americana y lo encerraron en el maletero de su vehículo. Al cabo de un rato vecinos de la zona pudieron liberarlo alertados por los gritos que profería desde dentro del vehículo. El asalto fue muy violento y los ladrones le causaron lesiones en un ojo y en la cara además de propinarle varios golpes y hematomas en el resto del cuerpo, y se de llevarse un botín de 300.000 euros.

Durante la compleja investigación los policías pudieron establecer, después de muchas gestiones de alcance internacional, la identidad de uno de los asaltantes. A partir de ahí pudieron identificar a dos de los otros miembros del grupo originarios de Nápoles (Italia).

El desenlace de la investigación se precipitó el día 23 de noviembre de este año. Agentes del Grupo de Delincuencia Urbana de la comisaría de Granollers estaban realizando un control preventivo de robos a domicilio e identificaron dos hombres que llevaban elementos para ocultar el rostro, guantes y una cinta americana, en el interior de un vehículo de alquiler.

Dado que no se había producido ningún robo en un área cercana al lugar donde los habían identificado los policías les dejaron marchar a pesar de la certeza de que, con toda probabilidad, se dirigían a cometer un robo y la identificación policial les había disuadido de llevarla a cabo. Cuando esta información llegó a los investigadores hicieron varias comprobaciones y pudieron vincular a los dos hombres con los ladrones que ya habían identificado anteriormente y que estaban relacionados con el robo de 2015. En las pesquisas posteriores los investigadores determinaron que los dos hombres tomaron un vuelo en dirección a Italia el mismo día.

Paralelamente, los investigadores localizaron un segundo vehículo de alquiler estacionado en una zona cercana de donde se había hecho la primera identificación e iniciaron una vigilancia de este vehículo. El día 25 de noviembre los policías observaron como dos hombres cogían el coche. Los siguieron hasta la localidad de Figueres hasta que se encontraron con dos individuos que conducían un vehículo de alta gama con matrícula italiana que los policías pudieron relacionar con los ladrones identificados relacionados con el robo de 2015. Uno de estos dos hombres resultó ser uno de los dos individuos identificados 48 horas antes en el control preventivo.

De esta manera los investigadores comprobaron que el grupo se había reunido nuevamente. Pero lo que más les llamó la atención es que los cuatro ladrones se habían reunido para vigilar un lugar de donde vieron salir, con dos maletas de muestrarios de joyas, el representante de joyería y vecino de Cardedeu que había sido asaltado en 2015. los delincuentes, que ignoraban que estaban siendo vigilados, dispusieron los dos vehículos de manera que controlaran la calle para poder tener una fuga limpia una vez consumado el robo al representante de joyería que estaban a punto de perpetrar. Los ladrones decidieron esperar un rato para llevar a cabo el robo ya que habían vigilado los movimientos y rutinas del representante durante diez días y sabían que quedaban por devolver al vehículo las dos maletas más grandes, por tanto, las que contenían más joyas . Dado que el asalto de los ladrones podía ser inminente los agentes decidieron pasar a la acción para priorizar en todo momento la integridad de la víctima.

Ante su sorpresa los investigadores de la Unidad Central de Atracos consiguieron contactar telefónicamente con el representante y le explicaron la situación. Aunque de entrada la llamada le generó una gran inquietud, ya que tenía el recuerdo aún muy fresco del asalto de 2015, enseguida siguió las instrucciones de los policías dirigidas a preservar su integridad y a abortar el robo. Por eso le indicaron que no saliera del hotel.

Inmediatamente los policías prepararon un dispositivo de emergencia con el fin de que, ni el representante ni terceras personas, se pusieran en riesgo en ningún momento. Los agentes llamaron al hombre para darle nuevas indicaciones: le hicieron salir hacia el vehículo con las dos maletas que le quedaban y que se sentara en el asiento del conductor. En ese instante los ladrones comenzaron a actuar: mientras dejaban a un integrante del grupo al volante de cada uno de los dos vehículos, los otros dos se taparon la cara y, mientras cada uno de ellos esgrimía una barra de hierro, se dirigieron hacia el coche del joyero. Justo en ese instante los Mossos los interceptaron y los arrestaron. Cabe destacar que los cuatro opusieron una fuerte resistencia a la detención, incluso estrellaron uno de los coches contra el vehículo policial que les cerraba el paso. Como consecuencia de la situación varios agentes resultaron heridos de poca consideración a excepción del caso de uno de los policías que sufrió una fractura, por lo que causó baja.

Los detenidos, a los que les constaban numerosos antecedentes en Italia y de los que no se descarta su pertenencia o relación con organizaciones mafiosas, pasaron a disposición judicial del Juzgado de Instrucción de Figueres el lunes 28 de noviembre y el juez decretó el ingreso en prisión para todos ellos.