
La sanidad en España
es de buena calidad;
de las mejores del mundo
hay quien se atreve afirmar
y, es bueno reconocerlo,
ya que ello es verdad.
Pero existe un gran problema
que afecta a la sanidad;
problema, que es evidente,
y nadie puede negar:
la libertad de los médicos,
se ha quedado en el desván.
Hoy las altas jerarquías:
ministros y consejeros,
ponen trabas a los médicos
para evitarse dispendios:
restringiendo pruebas básicas,
vitales para el enfermo.
Y si algún facultativo
denuncia esos extremos,
tiene los días contados
para conservar su puesto;
que los jerarcas de turno,
no perdonan estos hechos.
Francisco Barbachano