
Hay que ver el festival
que España tiene montado,
con esa clase política
que sólo ambiciona el cargo:
sean derechas, izquierdas,
o de ese centro tan raro…
Todo el mundo sabe bien
quien gobernará el Estado;
porque las alternativas,
suman, dos y dos, son cuatro
y, ir a otras Elecciones,
sería más descalabro.
Lo que ocurre, y me parece
que es del todo razonable,
el que nadie quiera el “muerto”
que lo convierta en culpable;
que la “pasta” mal gastada,
no se le atribuya a nadie.
Nadie quiere ser culpable
de esos últimos desmadres;
pero lo son todos ellos
sin que pueda perdonarse,
tomar el pelo al que paga
y encima cachondearse.
Francisco Barbachano