Los ciudadanos catalanes a los que los separatistas aún no les han hecho perder la capacidad de sorprenderse, se han quedado atónitos porque todo un presidente de la Generalitat no conozca las normas internas absolutistas por las que se rigen los partidos o grupos políticos. El hombre manifestó que la primera votación de investidura del presidente del Gobierno español, fue una sonora bofetada catalana para el candidato. Se supone que la segunda votación también la consideró así, pero, en esta ocasión se calló prudentemente.
Pero…,¿qué iban a votar los sumisos diputados catalanes adscritos a la disciplina Podemos y PSOE? Votaron lo que sus jefes nacionales les exigieron que votaran, votaron no. Si votaron eso, no fue porque son catalanes, lo votaron porque no van más allá de ejecutar las instrucciones que reciben. Quizá no sepan ir más allá. Hacen lo que se les dice con la misma mansedumbre de los separatistas de base. A estos se les dice que acudan a los pasacalles del 11-S y acuden y, encima, compran la camiseta. Se supone que algunos guardan la camiseta de cada año como si fuera una reliquia que el tiempo revalorizará.
Que el president lea el voto de la investidura en clave separatista y trate de sacar beneficio de las dictaduras de partido es sencillamente deleznable. Menos mal que los ciudadanos catalanes saben muy bien que están siendo víctimas de una constante manipulación y la mayoría desecha directamente las declaraciones de los caudillos independentistas.
Otro de los caudillos, el señor Tardá, en sustitución del señor Rufián, número uno de la lista, pero, relegado a segundón en los actos importantes por motivos obvios, también hizo una afirmación digna de encomio, dijo ante sus señorías que si los políticos separatistas acababan en la cárcel, “los catalanes nos liberarán”.
¡Santa inocencia, qué ingenuos son! Se cree el señor Tardá que en Catalunya pasará como en las películas del oeste que los sicarios sacaban a tiros de la cárcel al jefe de la manada que había sido apresado por el sheriff. ¿Alguien se imagina a los separatistas catalanes atacando las prisiones para liberar a sus líderes? Si ocurriera, sería épico.
El señor Tardá dijo además “no tenemos miedo”. Lo tienen. Conocen perfectamente que la UE no tolera bajo ningún concepto que los gobiernos actúen en contra de las disposiciones de los tribunales constitucionales de sus respectivos estados. Se entiende que el señor Puigdemont también conoce esa peculiaridad de la UE, sin embargo, ha dicho: “La UE acabará interviniendo en el conflicto Catalunya y España”. Si interviene será para decirle al Govern i al Parlament que dejen de incordiar con tonterías propias de criaturas malcriadas.
M. Riera