Vista aérea de la sede de Monsanto en Montornès. Foto: Google Maps
Vista aérea de la sede de Monsanto en Montornès. Foto: Google Maps

Los trabajadores de la empresa Monsanto Agricultura España han convocado una huelga el próximo día 29 de julio en el centro laboral de Montornès del Vallès.

Según explican, la justificación de la huelga es que empresa Monsanto Agricultura España ha comunicado a los representantes de los trabajadores del centro que tiene en Montornès del Vallès una reestructuración mundial para “deslocalización a otros países a lo largo de 2016 y 2017”. Según UGT, en esta reestructuración se ven “objetivos meramente económicos que impactarían positivamente en el negocio”.

En España la empresa tiene 242 trabajadores en plantilla, más trabajadores temporales y personal autónomo. A día de hoy se ha informado la rescisión del contrato a varios empleados de diferentes centros. De momento, en el centro de Montornès están afectados ocho trabajadores.

Esta situación ha provocado un gran malestar en la mayoría de los trabajadores que, a pesar de que trabajan para una empresa que durante varios años ha sido galardonada como empresa Great Place To Work en España y otros países por su “supuesto interés” en los trabajadores , está teniendo, según el sindicato, “importantes deficiencias en la gestión de esta situación con los trabajadores, demostrando que pone en un segundo plano a las personas que forman la compañía siempre que el negocio siga adelante y llegue a los objetivos económicos deseados”.

Desde UGT se concreta que estas deficiencias vienen de las siguientes situaciones:

Ya hace más de dos meses que la empresa ha comunicado a algunos trabajadores la extinción del contrato a 31 de octubre de 2016, mientras a otros aún no se les ha informado de la fecha del despido, aunque formen parte de los departamentos que se deslocalizan, con el consecuente malestar que provoca.

Por otra parte, los trabajadores han solicitado diferentes tipos de mejoras en las condiciones ofrecidas por la empresa, que, dos meses después, ha aceptado únicamente una de las solicitudes.

Algunos de los trabajadores afectados están sufriendo, además, una mayor carga de trabajo procedente de trabajadores despedidos en otro centro de España.

Muchos trabajadores de la plantilla del centro de Montornès creen que pueden verse afectados en los próximos meses. En cambio, la empresa no está aclarando ni dando más información que libere de la incertidumbre generada por la reestructuración, lo que crea un pésimo ambiente laboral, que dista mucho de los galardones recibidos.

“Todo esto evidencia una falta de consideración al trabajador, ya que se ven grandes diferencias entre el criterio que se ha seguido en anteriores ocasiones en que la empresa ha realizado despidos en España y las condiciones actuales”, explican desde UGT. “Creemos que la empresa está cuidando rigurosamente no rebasar el máximo legal que le llevaría a presentar un Expediente de Regulación de Empleo (ERE) que le supusiera un mayor gasto económico en las indemnizaciones”, añaden desde el sindicato.