Escepticismo en Mollet del Vallès sobre el anuncio realizado esta semana por el conseller de Territori i Sostenibilitat, Josep Rull, sobre que no se prorrogarán los peajes de la C-32 en el Maresme y la C-33 en el Vallès a partir del año 2021, que es cuando ambas autopistas terminan la concesión.
El alcalde de Mollet, Josep Monràs se ha preguntado si esta promesa «significa realmente gratuidad a partir del 2021 o simplemente cambiar de concesionaria». Para Monràs «es evidente que habrá que esperar a ver qué hace el gobierno que haya en 2021».
Al margen de este anuncio, el alcalde ha recordado que «hace muchos años que reclaman la gratuidad de este peaje, uno de los más caros de Europa, para los usuarios de movilidad obligada».
De la misma manera «también seguimos reclamando una regularización global de todos los peajes de Cataluña para evitar los agravios comparativos que se están dando».
De hecho, este agravio comparativo entre territorios se produce, por ejemplo, con el Berguedà, Alt Urgell y la Cerdanya en cuanto el túnel del Cadí, donde se aplica una bonificación del 100% para los residentes.
El alcalde recordó que la Generalitat suprimió la gratuidad del peaje de la C-33 en 2012. Anteriormente, esta barrera, a 8 km de Barcelona, era gratuita para los usuarios de movilidad obligada, ya que se trata de una vía estratégica para el desarrollo económico del territorio, que no sólo conlleva la movilidad de los residentes, sino también de todo el tejido industrial y empresarial que está obligado a utilizar la autopista, aunque el número de vehículos se ha ido reduciendo con la alternativa de la C-17.