
El panorama en España
no es nada prometedor:
oyes a unos y a otros
y todos tienen razón;
todos quieren la tajada
del suculento melón.
El que no quiere melón
opta por repostería
y pretende la bandeja
para endulzarse la vida:
que se “joda” el adversario
que eso dura cuatro días.
Hay quien prefiere salado,
que lo dulce no le cuadra;
prefiere unos buenos tacos
del bellotero de marras;
eso si, para él sólo,
que lo bueno pronto acaba.
Y así anda el patio, amigos:
entre lo dulce y salado
de unos prendas que su sueño
es llegar a apoltronados,
con la “pasta”, como siempre,
de todos los ciudadanos.
Francisco Barbachano