Una mujer de Parets, Estefanía Rodríguez Fernández, ha puesto en marcha una campaña de venta de pulseras para poder pagar la fisioterapia a su hijo Jordi, de 11 meses. El niño padece, desde su nacimiento una parálisis braquial en el brazo izquierdo que atribuyen a un error médico que tuvo lugar el año pasado en el Hospital de Mollet y que le impide mover uno de sus brazos. Esta grave disfuncionalidad, de la que fue operado recientemente, puede mejorar gracias a la fisioterapia, pero la seguridad social únicamente cubre una hora a la semana y no las varias que requeriría. La venta de pulseras, a 3’5 euros cada una, que se hace a través de la página de Facebook, Justicia para mi hijo Jordi, pretende servir para pagar estas horas suplementarias de rehabilitación.
Estefanía Rodríguez dio a conocer su caso el pasado mes de febrero cuando puso en marcha una campaña a través de Change.org en que solicitaba “Justicia para mi hijo Jordi. La campaña, a día de hoy, ha recogido más de 12.000 firmas.
En su petición de apoyo en Change.org Estefania Rodríguez explica que “El día 18 de Junio de 2015 nació mi hijo Jordi en el Hospital General de Mollet del Valles. Ingresé el 17 a las 17:30h aproximadamente habiendo roto la bolsa amniótica en mi domicilio. El seguimiento del embarazo fue más exhaustivo ya que mi hijo venía con un peso muy elevado y en ningún momento me dieron la opción de adelantar el parto. Entré en la sala de partos y me tuvieron 16 horas sin llegar a dilatar lo suficiente como para parir y sin que me dieran la opción de una cesárea. A las 09:20h me obligan a empujar estando dilatada de 7 cm. Me pongo a empujar y solo consigo que salga la cabeza del bebe y debido al tamaño del bebe (4.760g) no logro sacar el resto del cuerpo y empiezan a correr médicos e infermeras ya que el niño se estaba quedando sin oxígeno. Hechan literalmente a mi marido de la sala y viene un médico corriendo, me hace una episotomia muy grande y estirando del bebe logra sacarlo.
A todo esto el bebe no tenía pulso. Una vez fuera, me ponen al bebe encima y lo veo completamente negro y no se movía. Se lo llevan a reanimación y la única información que recibíamos por parte de los médicos durante los tres minutos que duró la reanimación era la frase “no pinta bien”. Finalmente logran reanimarlo y se lo llevan a observación. Seguidamente terminan de coserme y me suben a planta y por fin me llevan a ver a mi bebe el cual no me daban posibilidades de vida. Cuando voy a verlo, estaba en la incubadora y me doy cuenta que está completamente morado, con marcas en el pecho y el brazo izquierdo completamente inmóvil. Pido a los sanitarios que me digan que le pasa en el bracito y lo único que me decían era que ya lo moverá sin molestarse en realizarle ninguna radiografía ni ningún tipo de prueba más. Debido a que no me realizaron una cesárea sabiendo el peso elevado del bebe y las horas que llevaba sin dilatar, a mi hijo le dejaron las dos clavículas rotas y una parálisis braquial en el brazo izquierdo pendiente de operación. También muchas pruebas de la cabeza por la falta de oxígeno que tuvo al nacer. Queremos que se haga responsable alguien por lo que consideramos una mala praxis médica”