
Jordi Alonso Callejo, el maestro condenado a treinta años de prisión por abusar de seis niñas de una escuela del Montseny sigue defendiendo su inocencia desde el lugar donde está, la cárcel de Lledoners. Alonso ingresó hace unos días en prisión después de que haya fracasado el recurso que presentó su abogado y que el Supremo ratificara la condena de la Audiencia de Barcelona que lo encontró culpable de seis delitos de abusos. Alonso lo hace de una forma un tanto inusual: ha puesto en marcha un blog donde escribe sobre su situación y en la que no duda de publicar su nombre y su fotografía. El nombre es significativo: “Reflexions d’un mestre acusat d’abusos”.
En la cárcel de Lledoners el exmaestro del Montseny no tiene acceso a la tecnología necesaria para publicar un blog en internet por lo que se ve obligado a una complicada estrategia: las entradas las escribe a mano y las envía por carta postal a su madre quien las pone en manos de un familiar que es quien las cuelga en el blog
Jordi Alonso, en una de las entradas publicadas, por ejemplo, recuerda cómo vivió su último día en la escuela, el 22 de febrero de 2013. “Ese día, como cada viernes, me despedí de mis alumnos y les deseé un buen fin de semana. Un magnífico grupo de once niñas y ocho niños de 6 a 9 años de una pequeña y acogedora escuela rural”. Fue antes de que una de las niñas pronunciara unas fatídicas palabras -“Jordi me toca la vulva, y el año pasado también y a mis amigas también”- que pondrían en marcha su alejamiento de la escuela y desencadenaría el proceso judicial que acabó con una condena a 30 años por abusos contra las menores.