La labor policial de los Mossos d’Esquadra ha permitido detener a un peligrosa banda de ladrones de nacionalidad albanesa que habría cometido hasta 48 robos en casas y pisos de toda Cataluña, incluido el Vallès Oriental. En total se han detenido doce personas como presuntas autoras de los delitos de robo y asalto con fuerza a viviendas. Tras declarar en sede judicial, el juez decretó prisión para once de los doce detenidos. En estos momentos los investigadores están llevando a cabo las gestiones pertinentes para localizar a los propietarios de los objetos recuperados.
La operación que ha permitido desarticular esta organización criminal, según han informado los Mossos, fue fruto de la confluencia de dos investigaciones entre las dos áreas de investigación criminal.
Por un lado, los investigadores habían detectado el asentamiento de un grupo de personas de nacionalidad albanesa que se dedicaban a la comisión de robos con fuerza. Por otra parte se estaban haciendo pesquisas en torno a las actividades de una empresa de alquiler de vehículos porque tenían conocimiento de que un grupo de albaneses arrendaba turismos de forma habitual para poderse desplazar y cometer robos con fuerza en domicilios.
De este grupo, señalan desde el Departament d’Interior, destacaba un albanés que reclutaba personas originarias de su país cuando llegaban a Cataluña con la única finalidad de cometer robos. El líder de la banda los contactaba, los recibía personalmente y desde un primer momento los acompañaba para mostrarles las zonas más propicias para la consumación de robos en domicilios.
Una vez habían formado la batería delictiva, alquilaban un coche y se desplazaban hacia localidades de las comarcas de la Cataluña central y de la conurbación metropolitana de Barcelona con el objetivo de localizar casas donde perpetrar los robos. Cuando ya las tenían seleccionados fijaban el día y accedían tras forzar la ventana o la puerta. Los ladrones se llevaban todo lo que estuviera a su alcance con buena salida en el mercado negro, aunque principalmente buscaban dinero y joyas.
A medida que la investigación avanzaba quedó patente que los ladrones trabajaban en colaboración con un hombre de nacionalidad italiana que regentaba dos tiendas de compraventa de oro en Barcelona. Este hombre los recibía fuera del horario de apertura de los establecimientos y, incluso, en su domicilio particular para comprar el oro que sustraían. El receptador les abonaba el dinero directamente, aunque también le daba una parte al líder de la banda en concepto de comisión.
El 16 de marzo, ya con toda la información recopilada, se realizó un operativo policial y se llevaron a cabo cuatro entradas en Barcelona y tres en Hospitalet de Llobregat que culminó con la detención de doce personas acusadas de 48 robos con fuerza en domicilios de toda Cataluña y de pertenencia a organización criminal. Se han acreditado hechos en las comarcas del Maresme, Vallès Occidental y Oriental, Bages, Osona, Anoia, Barcelona, Solsonès y Alt Penedès.
En los registros los policías recuperaron joyas, documentación italiana falsa, varios relojes, 500 libras esterlinas, 7.800 euros y una gran cantidad de útiles y herramientas para la comisión de los robos como destornilladores, palancas o pasamontañas.