
Canovelles podría ser un lugar de asentamientos humanos estables desde el neolítico. Los arqueólogos lo sospechaban, pero ahora ha quedado constatado con el hallazgo de un poblado datado en esa época. Las obras que se están realizando en un solar junto a la Ronda Nord, en el que se ubicará la Escola Quatre Vents, han dejado al descubierto dos cabañas construidas en piedra y otros restos que formarían parte de un poblado habitado hace más de 5000 años. El Ayuntamiento ya ha calificado el hallazgo de las cabañas como único en Cataluña y de las “pocas que hay en España y Europa”.
“El poblado era una construcción planificada, del principio del neolítico, con las cabañas, seis fuegos u hornos con restos de maderas y una zona diferenciada funeraria, en la que se han encontrado dos esqueletos, uno de ellos con una cabra y un vaso”, explican desde el consistorio
“El hecho más relevante del descubrimiento viene dado porque el asiento está intacto, con una conservación extraordinaria y con una singularidad única”, destacan desde el Ayuntamiento.
Tan destacable es el Hallazgo que este jueves será presentado formalmente por el alcalde de Canovelles, José Orive; Gemma Hernández, de la Subdirecció General del Patrimoni Arquitectònic, Arqueològic i Paleontològic de la Generalitat de Catalunya y Jordi Roig, director arqueólogo de las obras de excavación. Curiosamente, como atestigua la fotografía difundida ayer por el Ayuntamiento de Canovelles, los primeros en disfrutar de este fragmento de historia local que permanecía oculto en el subsuelo fueron ayer los alumnos del colegio Quatre Vents. Aunque las excavaciones, posiblemente, harán que se retrasen las obras de construcción del esperado edificio de obra.
No es este el primer yacimiento del neolítico que se encuentra en la zona de Ca l’Estrada, en Canovelles. La zona, desde el año 2004, ha sido el escenario de varios hallazgos como dos tumbas datadas entre los años 3500 y 4.500 antes de cristo o el famoso Menhir de Ca l’Estrada, una figura antropomorfa esculpida en un bloque de roca de arenisca que mide 93 cm de altura y que es una de las estatuas menhires más antiguas de la Península Ibérica. Hoy estos hallazgos forman parte de la exposición del Museu de Granollers.