
El Juzgado Contencioso Administrativo número 15 de Barcelona ha condenado al Ayuntamiento de l’Ametlla a indemnizar a una vecina de la calle Tramuntada, con 3.800 euros por las patologías que desarrolló a raíz de la presencia de productos químicos en su casa procedentes de la red de alcantarillado.
La vecina de la calle Tramuntada desarrolló un cuadro clínico de fibromialgia, fatiga crónica y sensibilidad química múltiple como consecuencia de la exposición en el interior de su casa de fuertes olores y emanaciones de productos químicos.
Los hechos se produjeron en 2008 poco después de la puesta en marcha de una nueva estación de bombeo del polígono industrial Montguit que se conectó el sistema de alcantarillado de la urbanización donde vive la vecina.
Según han explicado desde el Colectivo Ronda, es la primera vez que un tribunal condena a un ayuntamiento por no aplicar el principio de precaución y no mostrarse suficientemente diligente en su obligación de velar por toda la ciudadanía.
Los abogados de la mujer consideran la cantidad fijada como indemnización como insuficiente frente a las graves secuelas que ha sufrido a raíz de estos hechos. Por ello, han presentado recurso a la decisión del Juzgados Contencioso Administrativo que ha llevado este caso. “Las consecuencias que derivan de una actitud negligente no deberían terminar ayudando al propio responsable, en este caso el Ayuntamiento, a rehuir en gran medida su responsabilidad por unos hechos que han tenido unos efectos extremadamente graves sobre la salud de una persona “, sostiene Mariona Torra, abogada del Colectivo Ronda.
Anteriormente, el caso de esta vecina de l’Ametlla también representó un precedente cuando un juzgado social de Barcelona ya reconoció los hechos como un accidente ambiental. Era la primera vez que esto ocurría en España en una sentencia que ha sido pionera y se ha convertido en un referente para otros casos similares. El juzgado social también fallaba que la afectada tenía el derecho a percibir una prestación en concepto de incapacidad permanente en grado de absoluta dada la gravedad y el carácter invalidante de las consecuencias derivadas de la exposición a los productos químicos que llegaron hasta el interior de su casa.