
La colaboración ciudadana es esencial para muchas investigaciones policiales, pero en ocasiones el celo de algunos ciudadanos va más allá y hace incluso una parte del trabajo de la policía. Es el caso de una operación que ha permitido a los Mossos detener, entre el 30 de noviembre y el 1 de diciembre, seis hombres y una mujer como presuntos autores de once robos con fuerza en el interior de domicilio en el Vallès, Barcelonès, Baix Llobregat y Osona. Concretamente habían actuado en tres domicilios de Rubí y también en Ripollet, Sant Andreu de la Barca, Vic, Santa Perpètua de Mogoda, Molins de Rei, Badalona, Granollers y Barcelona. Los detenidos, vecinos de Rubí y Barcelona, tienen edades comprendidas entre los 23 y 50 años. Seis son de Georgia y el otro tiene nacionalidad española.
La detención de esta banda no habría sido posible si el paado 23 de septiembre un vecino de Ripollet no hubiera visto a un hombre que forzaba la cerradura de una puerta de su edificio y lo recriminara por ello. El mismo vecino siguió y fotografió al ladrón y a los demás miembros de la organización criminal. Tras hacerlo denunció a los Mossos y gracias a sus imágenes se identificaron a los dos hombres.
A partir de ahí comenzó la investigación policial con el objetivo de detener a todos los integrantes. Se determinó que la organización estaba formada por cinco hombres y la mujer de uno de ellos, todos de nacionalidad georgiana. Tres de los miembros constituían el núcleo duro que participaba en la mayoría de robos y el resto eran elegidos dependiendo de las necesidades hasta formar un grupo de cuatro o cinco personas.
Días antes de cometer el ilícito, se dedicaban a marcar los domicilios escogidos para saber si podrían entrar y en qué franja horaria. Durante los robos uno de los miembros se quedaba en la calle para vigilar, mientras el resto accedían al interior de los pisos que estaban vacíos utilizando ganzúas o mediante los métodos “bumping” o “radiografía”.
Para desplazarse usaban tres vehículos diferentes con matrícula española, alemana y francesa a fin de no ser detectados por la policía.
Por otra parte, los seis sospechosos tenían cómplices de nacionalidad española que les compraban los objetos sustraídos o les conseguían los teléfonos móviles que utilizaban para comunicarse entre ellos durante los robos.
El 30 de noviembre los investigadores averiguaron que algunos miembros de la organización tenían la intención de partir hacia Georgia aquella tarde. Por lo tanto, se procedió a la detención de todos los integrantes el mismo día. Al día siguiente los Mossos detuvieron uno de los cómplices, de nacionalidad española, y también registraron dos domicilios de Rubí donde vivían tres de los georgianos detenidos. Los agentes encontraron numerosos aparatos electrónicos, relojes, joyas, bolsos, monederos y también las herramientas que utilizaban para entrar a las viviendas.
Los detenidos pasaron a disposición judicial y la magistrada de Cerdanyola del Vallès decretó el ingreso en prisión para los tres georgianos que formaban el núcleo duro de la organización y la libertad con cargos para los otros tres. Por su parte, la mujer quedó en libertad tras declarar, pero deberá comparecer en el juzgado cuando sea requerida.
La investigación continúa abierta y no se descarta que haya más detenciones. Además, debido a la gran cantidad de objetos recuperados, tampoco se descarta la participación de los detenidos en más hechos delictivos.