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Apreciado señor Iglesias,

Mi nombre es Teresa Almeda, soy simpatizante de Podemos y extrabajadora del Ayuntamiento de Parets del Vallès, un pueblo de Barcelona, que adopté como propio.

Para mi sorpresa he visto que el número 2 de Sumen Parets, representantes de Podemos en Parets de Vallès, es Antonio Torío y he de decirle que no doy crédito, solo puedo entenderlo si pienso que su partido ha tomado una decisión precipitada al presentarse a las elecciones municipales sin tenir en cuenta que han de asegurarse de que los miembros que conforman sus listas electorales tengan los valores que predica su partido y sean dignos de representarlo.

Por ello, he considerado oportuno dirigirme a usted para darle a conocer la calidad humana y política del señor Antonio Torío.

El señor Torío inició su carrera política en el 2003 como teniente alcalde con mayoría absoluta del PSC a dedicación exclusiva y para mi desgracia fue mi responsable político desde el primer momento. En esa época yo era la responsable de las áreas de Ocupación, Educación, Servicios Sociales e Igualdad.

He dicho para mi desgracia porque durante tres años padecí por parte del señor Torío un mobbing de manual con las consecuencias físicas y psicológicas que ello origina, fue un suplicio diario, día y noche. Padecí desconsideraciones, humillaciones, me degradó, fue cesándome paulatinamente de mis cargos, intentó poner en mi contra a los concejales del equipo de gobierno del Ayuntamiento y a mis compañeros de trabajo que no entendían que estaba ocurriendo, lamentablemente consiguió que dos de mis colaboradoras, las más ambiciosas, entraran en su juego. No cesó hasta despedirme de manera improcedente. Sí gané el juicio pero no pudo celebrarse el de la demanda por mobbing que le había interpuesto, en mi desesperación, porque ya no trabajaba en el Ayuntamiento.

La carrera política del señor Torío finalizó en 2011 cuando no consiguió ser el candidato del PSC para la alcaldía.

Supongo que la impotencia de no conseguir su objetivo y volver a ser ciudadano de a pie sin ningún poder, le ha ido minando durante estos últimos años y ha acumulado tanta inquina y tanto desprecio que ataca al ayuntamiento en el que él hacía y deshacía, en el que abuso de su poder y mostró su cinismo e hipocresía. (un ejemplo: ataca a diestro y siniestro contra los sueldos que él mismo recibió durante 8 años).

Lamento profundamente que se cuelen en sus filas personas como el señor Torío, utilizando su expresión, de la casta más rancia, porque he creído en usted, porque me ha ilusionado por sus maneras, por romper con la vieja política, porque esperaba perfiles más creíbles en sus listas.

La catadura moral del señor Torío la conozco bien porque la he padecido, es un político al que no le importa ni su pueblo, ni sus convecinos, tan solo tener el poder, el poder absoluto para hacer y deshacer a su antojo y está dispuesto a hacer lo que considere necesario para conseguirlo:

  • Calumniará, mentirá, dirá medias verdades.
  • Dañará a sus amigos de ayer y no dudará en hacer lo mismo a sus compañeros de hoy, mañana.
  • Se cambiará de chaqueta cuantas veces crea oportuno para conseguir sus propósitos, ha dejado de ser socialista para alistarse a Sumen Parets (Podemos) porque sabe que este partido con las prisas no ha podido valorar las cualidades humanas y las aptitudes políticas de los miembros de sus listas electores.
  • Apostará por el mejor postor, así que mañana quien sabe.

Espero que vecinos y vecinas de Parets que lean esta carta den el paso y denuncien públicamente que no queremos políticos a la vieja usanza, que reclamamos otras maneras de hacer política y que confiamos en la elección de sus representantes en todos los pueblos.

Lo que he narrado lo he hecho sin acritud, conseguí salir de la depresión por la que estuve a punto de ser ingresada, gracias a mi familia y amigos que estuvieron a mi lado y a la ayuda profesional con la que conté, ellos me ayudaron a seguir adelante y a hacerme ver que a pesar de personas como el señor Torío la vida vale la pena vivirla.

He dado un giro de 180 grados a mi vida laboral, soy feliz con lo que hago, sin embargo no puedo evitar que alguna vez aparezca en mi mente el recuerdo de esa experiencia y vuelva el dolor y la tristeza. A día de hoy sigo sin comprender porqué me convertí en su obsesión y solo lo consigo si pienso que padece alguna enferma mental o, lo más triste, que simplemente es una mala persona que guarda en su interior tanta rabia y odio que solo se siente bien cuando lo arroja sobre otras personas.

Una cosa más, espero que en su código político también incluyan la corrupción moral y ética.

Solo me queda decirle que puede verificar mi relato, que en esta ocasión muy a pesar mío si el señor Torío continúa en la lista electoral de Sumem Parets no podré votar a su partido y, por último, que le agradezco que al menos lea este escrito.

Un saludo

Teresa Almeda

Parets del Vallès

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