Miles de personas han marchado este domingo desde diversas poblaciones del Vallès para protestar contra la construcción de un centro logístico en Can Banús, pedir su paralización y reclamar más protección para el espacio natural de Gallecs. Las marchas se concentrarán a las 9.00 horas en las plazas de Mollet del Vallès, Parets del Vallès, Lliça de Vall, Palau-solità i Plegamans y Santa Perpetua de la Moguda y desde allí se dirigeron hacia la iglesia de Santa Maria de Gallecs donde tuvieron lugar toda una serie de actos populares en las que participaron diversas entidades culturales. Se levantó un castillo por parte dels Castellers de Mollet, hubo Comparsa de Gigantes con músicos y una pareja bailó el típico baile de gitanes vallesano. El conocido cantante de canción tradicional y popular Jaume Arnella, uno de los históricos luchadores por la defensa de Gallecs cantó el simbólico e histórico canto de lucha el “Cant de Gallecs “.
En el escenario que se montó en el centro de Gallecs, otro histórico defensor del espacio, Lluis Ansó, la directora del largometraje inspirado en Gallecs, La Plaga, Neus Ballús, y finamente un niño y una niña de Gallecs como símbolo del futuro del espacio natural leyeron el manifiesto “Gallecs no es Toca. 1978 a 2015”.
La Plataforma per la Defensa de Gallecs pide que se detenga la creación de nuevas zonas industriales e infraestructuras, como el centro Logístico que se proyecta en Can Banús y que se amplíe la zona protegida como Paraje de Especial Interés Natural.
La venta de Can Banús II, en Santa Perpètua de Mogoda, en el límite sur de Gallecs una finca de 11 hectáreas que encuentra cerca de las naves de la fábrica Alstom, pero en continuidad con el espacio natural de Gallecs fue el origen de esta movilización. El anuncio de la venta por parte del Incasòl a una empresa de transportes, Trans Wences, para hacer un centro de distribución logística de mercancías de hasta 70.000 metros cuadrados, ha vuelto a provocar un movimiento de protesta que no se recordaba desde hace muchos años en esta zona.
En 1970, el Ministerio de la Vivienda expropió 1.472 hectáreas en seis municipios para hacer una ciudad satélite con 130.000 habitantes. Con la democracia, Gallecs se convirtió en un símbolo de resistencia y surgió una fuerte movilización para defender los agricultores que se resistían a marchar y en contra de la urbanización del territorio. La resistencia culminó con una gran manifestación, de siete mil personas, en 1978. Esa gran protesta fue decisiva para que el proyecto de gran ciudad se descartara y las tierras expropiadas pasaron a la Generalitat. A partir de los años ochenta, casi la mitad del ámbito afectado se fue urbanizando, con polígonos, zonas residenciales y equipamientos. En el año 2005 un plan director urbanístico garantizó la preservación del núcleo central, de más de 700 hectáreas, que luego fue convertido en zona PEIN. Pero también calificó como urbanizables algunos sectores del perímetro. En estos espacios está Can Banús y es también la zona en que la Plataforma per la Defensa de Gallecs se amplíe el actual PEIN.