El insigne Josep Pla

prolífico donde los haya,
quiso un veintitrés de abril
escribir su última página;
y camino de la Gloria
fue su postrera mirada.
Lo hizo el día de Sant Jordi
de raigambre catalana,
con una rosa y un libro
y un no se qué de nostalgia;
recordando “els homenots”
de sus andanzas pasadas.
Cada veintitrés de abril
las letras visten de gala,
incentivando a leer
desde el joven a la anciana;
historias y fantasías
para enriquecer su alma.
En el Vallés Oriental
no hay pueblo donde no haya,
un tenderete de libros
y rosas engalanadas;
con espigas y celofanes,
que embellecen cada casa.
Francisco Barbachano