En el Arte de la Guerra escrito por el general chino Sun Tzu (siglo IV a C), es una obra capital que se enseña en todas las academias militares del mundo que diferencia táctica y estrategia. La táctica es la estratagema del general para lograr la victoria en una batalla. El objetivo de la estrategia es ganar la guerra. No es lo mismo. Todo ejército gana batallas, pero la guerra sólo uno. La táctica es cortoplacista; la estrategia, no. El general que sólo es un buen táctico, es un mal general. De hecho, los trebejos de un ajedrez es la versión lúdica de una guerra. Matar un alfil es la táctica para conseguir la estrategia del jaque mate.
De la guerra he pasado al juego, para no ponernos melodramáticos, pero esta misma idea de táctica y estrategia se ha trasladado a los negocios y a la política, que es la versión más civilizada del arte de la guerra. De hecho Sun Tzu decía que La mejor victoria es vencer sin combatir.
De lo abstracto a lo concreto: Artur Mas me parecía que era un buen táctico, pero tengo serías dudas de que sea buen estratega. De hecho aún lo tiene que demostrar. Y no hablo de cosas abstractas, sino de bien concretas. Sólo reconoceré si es un buen estratega si consigue lo que rechazo: desgajar a Catalunya de España. Levantar fronteras. Separarnos del resto de españoles. Personalmente, lo viviría con profunda tristeza. Estoy convencido que las consecuencias serían un desastre para Catalunya y, por supuesto, para España. Hace ochenta años lo dejó escrito Ortega y Gasset.
En el 2010 poco antes de ganar las elecciones declaró que su objetivo político no era conseguir el concierto económico que tenían los vascos, que eso simplemente era una estación intermedia para conseguir la independencia… Al oír su declaración me acordé de la reflexión del general chino y dudé de si Mas era un buen táctico, pero lo que me pareció claro es que de estrategia tenía la visión (y el peligro) de un ciego al volante de un Fórmula 1, porque si ya era difícil lo del concierto vasco, plantearlo no como una estación de término, sino de tránsito hacía la Independencia, hacia inviable el concierto. O sea, la táctica.
Sin embargo, en este último año ha demostrado que es un buen táctico porque, si nos fiamos de las encuestas, ha segado la yerba que alimentaba el crecimiento de ERC, incluso le hace marcar el paso a Junqueras… pero Sun Tzu estaría muy preocupado, si fuera Mas, porque el chino sabía que subirse a un caballo sin silla y sin domar, espoleado por Forcadelles i Murieles, es el atajo directo al precipicio, y no sólo para él…
Roberto Giménez