mariano

Todo es según el color del cristal con que se mira o la predisposición con que se oye, pero, la cantidad de sandeces que los políticos soberanistas dicen a costa del proceso de separación, es elevada y el ciudadano tiene que separar el grano de la paja. En general, se obtiene poco grano y mucha paja.

Sucedió en Igualada. El President dijo “Catalunya quiere salir de la jaula y volar con libertad”. ¿Lo llevaba preparado o fue espontáneo? Muchas como esa y la ratio de independentistas se desploma. Si algún independentista está cansado de que lo manipulen, también puede leer alguno de  los 18 informes del CATN y se dará de baja del proceso inmediatamente. El número 18 es muy útil, aunque cualquier otro también, para desvincularse. Si lee los 18, automáticamente el ciudadano decidirá exiliarse.

Las crónicas no precisan si el auditorio vitoreó la frase, la abucheó o no dijo ni pio. Lo más probable es que optara por los vítores. Igualada pertenece al club Municipis per la Independència. Para inscribirla, ¿permitieron que los vecinos ejercieran el dret a decidir-ho?  Es muy dudoso.

El President se presenta en Igualada y sin encomendarse ni tan siquiera a San Antonio Abad, compara a todos los catalanes (dijo Catalunya) con pajaritos domésticos  sometidos a encarcelamiento para disfrute de sus cancerberos. La comparación no es un elogio, es más bien una ofensa basada en la primacía del instinto sobre la inteligencia.  Él no dijo pajarito, pero, mencionó “jaula” y “volar”. Quien está en una jaula y quiere volar, sólo puede ser un pajarito. En definitiva, el President ve a los catalanes como pajaritos.

Quizá el ideal del President sea que los catalanes coman alpiste de sus manos.

Es insólito que el President no se haya enterado que desde hace tiempo los catalanes actúan, dentro de unos límites legales y cívicos, como mejor les parece,  cuando les apetece  y sin necesidad de serrar ningún barrote ni real ni imaginario ni que nadie les abra la jaula. ¿Está sugiriendo el President que con la independencia desaparecerá todo límite legal y la libertad será absoluta para que cada cual haga lo que le dé la gana? En conclusión: una anarquía sin código civil ni código penal.

Aumenta la sensación de que en el caso nada probable que prospere la independencia, entonces sí que  Catalunya se convertiría en una jaula. Una jaula rodeada de fronteras por todas partes tanto para personas como para mercancías y, además, con sanciones económicas al estilo de las que sufre Rusia, las cuales hacen que los turistas rusos estén desapareciendo del territorio catalán.

M. Riera

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