Fue Maragall quién citó

el tres 3% en un pleno,
y así empezó de inmediato,
un soberano jaleo;
poniendo en jaque a Pujol
ente ese tanto por ciento.
En dos días se tapó:
¡dije digo, y no Diego!
afirmaron todos ellos
recuperando el sosiego;
pero ya estaba el pastel
a punto de caramelo.
Y así empezó el “canguelo”
del patriarca catalán;
ese padre de la patria
siempre con su disfraz:
Jordi Pujol y pupilos
y la madre de ese clan.
Envueltos en la señera
que honra al pueblo catalán,
envolvieron sus miserias
y su forma de “guindar”.
Si siguen tirando del hilo:
¡Dios sabe lo que saldrá!…
Francisco Barbachano