antoniogarciaEl fiscal acusa a los supuestos autores de la muerte de una mujer en Cabanes, el exconvicto de Quatre Camins, Antonio García Carbonell y el otro supuesto autor, el vecino de Mollet, Oriol Boyer, de un delito de asesinato con alevosía y ensañamiento con un agravante de aprovechamiento de lugar y hora, porque que asaltaron a la víctima el 27 de febrero de 2014 cuando ya era oscuro y en una zona aislada. El fiscal, Enrique Barata, considera que hay varias circunstancias agravantes como que los agresores agredieron una víctima indefensa, la torturaron y aprovecharon que estaban en un lugar aislado y era de noche para actuar con impunidad. Esto significa que se podrían enfrentar a una pena de hasta 25 años de prisión. Según informa el Diari de Girona, durante la audiencia de imputación, que se hizo este viernes, 13 de febrero, en los Juzgados de Figueres, los dos hombres negaron los hechos y dijeron que no estuvieron en el lugar del crimen.

Antonio García Carbonell, es un violador reincidente de 78 años condenado a 270 años de prisión. Salió en libertad de la prisión de Quatre Camins en octubre de 2013 y se convirtió en el primer preso liberado en España en aplicación de la sentencia del Tribunal Europeo de Derechos Humanos (TEDH) de Estrasburgo que suprimía la doctrina Parot. Lo volvieron a detener hace un mes como sospechoso del asesinato de una anciana de Cabanes, el 27 de febrero de 2014.

El molletense Oriol Boyer, de 28 años, también tiene un largo historial delictivo y fue detenido acusado del mismo crimen. De hecho, cuando lo detuvieron en su domicilio de Mollet lo buscaban porque tenía alguna orden de búsqueda y captura pendientes por violencia doméstica. Antes de trasladarse a Mollet había residido en Olot.

Según uno de los testigos del caso, un mes después de salir de la cárcel, García Carbonell ya empezó a planear el robo. El testigo asegura que le propuso atracar los dueños de una empresa de piensos de Cabanes. La investigación apunta que los dos asaltantes se confundieron y que, en realidad, a quien querían atracar era la cuñada de la víctima, que podía llevar la recaudación del día encima. El fiscal explicó que el testigo también dice que el delincuente le admitió tiempo después de que habían sido ellos dos los que habían cometido el crimen.

El fiscal cree que entre las siete y media y las diez y media de la noche, los dos hombres abordaron la víctima cerca de su casa, en el polígono industrial de la Aigüeta de Cabanes, cerca de Girona. La ataron de pies y manos con bridas y le pusieron un calcetín en la boca. Así la inmovilizaron e impidieron que pudiera defenderse o pedir ayuda.

Después, la arrastraron hasta un campo cercano donde la “golpearon brutalmente” en la zona del tórax, la cabeza y le pisaron el cuello hasta que la víctima quedó inconsciente. Los agresores la abandonaron allí, moribunda, y huyeron hacia Barcelona.

Según el fiscal, la mujer, de 76 años, “sufrió mucho” porque le golpearon muchas veces y la dejaron siempre inconsciente y agonizante. Pasó la noche a la intemperie hasta que uno de los trabajadores de la empresa la encontró pasadas las diez de la mañana. La trasladaron al hospital Josep Trueta de Girona, donde estuvo en cómo hasta que el día 4 de marzo falleció como consecuencia de la paliza.

La fiscalía, según indica El Punt Avui, ha pedido que se citen a declarar policías y testigos y que se hagan varias pruebas periciales, entre las cuales una de balística para determinar si la escopeta recortada que fue decomisada en casa de Oriol Boyer en Mollet del Vallés había sido utilizada en algún otro delito.

En la vista de este viernes, los dos detenidos negaron ser los autores del asesinato. Ambos aseguraron que no estaban en el lugar de los hechos y tampoco se reconocían en las imágenes del vehículo de García Carbonell captadas poco antes del asalto.

El abogado de García Carbonell, Joaquim Bech de Careda, afirmó que, aparte de eso, el multirreincidente tiene serios problemas de movilidad y, por tanto, no tiene capacidad para perpetrar una paliza de estas características. El otro acusado, en cambio, es de complexión fuerte y tiene conocimientos de kick-boxing. Bech de Careda ha avanzado que pedirá como prueba de que unos doctores evalúen la capacidad de movimiento de García Carbonell, con el objetivo de demostrar que es físicamente imposible que cometiera el crimen.

El abogado que defiende Oriol Boyer, Ramón Cobas Vega, según El Punt Avui se ha adherido a la petición de pruebas de la fiscalía y ha pedido también que los Mossos especifiquen si pueden demostrar que el Fiat Punto que grabaron las cámaras cerca de la escena del crimen es el de Antonio Carbonell, ya que en ningún momento se ve la matrícula. Cobas cree que los indicios contra Boyer, que se declara inocente, son débiles porque se basan en las informaciones aportadas por un testigo que dijo que el coche iba Carbonell y “un payo”, cuando en realidad Boyer, afirma, es medio gitano.

Antonio García Carbonell actualmente también está en prisión preventiva por su implicación en el caso, que instruye el juzgado de Olot, de una red de falsificación de billetes, que supuso el arresto de treinta y cinco personas. Ahora la defensa de Carbonell ha presentado recurso contra la orden de prisión por esta causa de falsificación.

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