Fumata blanca. Ayer el president Mas compareció y, después de haberlo oído uno saca una conclusión rápida: ha vuelto a engañar a ERC. Algunos no estarán de acuerdo con esta afirmación, pero la realidad así lo demuestra. Veamos.
A día de hoy CiU estaba o está en horas muy bajas. Cuando decía que no habría elecciones, y lo he repetido varias veces en los últimos meses, me refería al mes de marzo. Tampoco que haya dado una fecha significa nada. Dio una fecha, pero se puede cambiar. Esta fecha está condicionada a una serie de acuerdos que se deben desarrollar. Si no se produce -lo cual es probable- tal vez no se convoquen en 2015 y, en vez de anticipadas, se convoquen en 2016. Lo de ayer fue un golpe de efecto de Mas sobre Junqueras. Me explicaré.
En primer lugar, el govern catalán no puede sobrevivir otro año con unos presupuestos sin aprobar. Lo necesita como el aire que respira. Y más desde que Montoro le ha regalado 1.800 millones de euros al descontarle los intereses de la deuda. Tal y como estaban las cosas estos tenían todos los número de prorrogarse. Necesitaba el voto de ERC. Y estos, para votarlos, hacen lo de siempre, que sean presupuestos más sociales. Frase tierna donde las haya, pero carente de contexto si no se sabe cómo aplicar eso socialidad presupuestaria. Mas acepta, Junqueras socialmente está contento y los presupuestos aprobados. Mas gana la partida y Mas-Collell podrá redistribuir el dinero un poco mejor -pagas, ayudas, distribuciones- de cara a unas previsibles elecciones. Primer triunfo de Mas.
En segundo lugar, en mayo hay elecciones generales. Es más que sabido el auge de CiU en los municipios catalanes. Con el auge se debe entender que desde 1980 ha sido el gran vencedor en pequeños y medianos pueblos. De producirse de nuevo supondrá que CiU está ganando el pulso. Dicho de otra manera, será una bomba de oxígeno para Mas y los suyos. Si, como puede ser probable, mantiene el número de municipios las cosas quieren decir que hay una recuperación de confianza y eso para Mas es muy importante. De haberse hecho en marzo las elecciones al Parlament no hablaríamos igual. Por eso le es bueno atrasarlas lo más posible. Y, claro, el socio de las municipales -cuyas listas ya están pactadas desde hace tiempo- es Unió. Los de ERC lo pueden ser o lo serán teniendo en cuenta los resultados en cada municipio. De ser estos positivos para CiU no los necesitaran y si no, o los buscan como socios o a otros. La complejidad municipal se le escapa de las manos no sólo a Mas, sino a muchos líderes políticos catalanes.
En tercer lugar, a Mas no le interesaba que Podemos entrara con fuerza en marzo en el Parlament. En septiembre las cosas pueden haber cambiando mucho. Hay elecciones en Grecia, otras en España a nivel autonómico y quizás pueden presentarse en las municipales con un partido alejado de las siglas de Podemos. Todos están esperando que el auge de Podemos vaya de bajada y contra más se demore unas elecciones, mejor.
En cuarto lugar, ahora oiremos hablar de una “hoja de ruta”. En ella hay una serie de frases clave: Estructuras de estado, Leyes de país, Programas sociales y educativos. Todo esto es palabrería. Volverán a hablar del pacto de legislatura. Seguirán con el soberanismo, pero, como he dicho, todo esto es palabrería. ¿Por qué? CiU tiene las ideas muy claras de lo que es un país. Ha gobernado más de 30 años. ERC, a pesar de su historia, es un principiante. Seguro que le dará la vuelta y la llamada hoja de ruta no les llevará a ningún puerto y, si las elecciones le son favorables a CiU -que con el tiempo puede llegar a remontar la actual situación y más si los Pujol acaban en la cárcel- de lo dicho nada de nada.
Por lo tanto, y teniendo en cuenta lo dicho, es por lo que pensé que Mas había salvado los muebles y había vuelto a engañar a Junqueras. Ha ganado tiempo para reforzarse políticamente y para descansar un poco, porque todos estos meses han provocado en él y CiU un gran desgaste. En los próximos días se relajaran, calmaran los ánimos y dejaran que las cosas fluyan sin presiones desfavorecedoras para el bien común y la tranquilidad social. El engaño está servido y el tiempo me dará o no la razón.
César Alcalá
