Los fines de semana son un buen momento para que los medios de comunicación publiquen encuestas. La razón es sencilla. Hay tiempo para leer y como que, con alguna excepción, no hay muchas noticias, los resultados de estas copan la atención de otros medios y se consigue lo pretendido, esto es, que se hable de ellas.
Una encuesta es una referencia, pero no un axioma. Es decir, depende de muchos factores para que esta sea o no fiable. El número de encuestados, la tendencia política de los mismos, la clase social, el nivel de estudios… demasiados factores que deben tenerse en cuenta en el momento de publicarlas.
Recientemente se daba unas cifras extraordinarias a Podemos. Ganaban en Navarra y se consolidaban como tercera fuerza en España. ¿Es cierto? Bueno, teniendo en cuenta ciertas variables no. Podemos es un globo sonda dentro de la política española. Es un índice del cabreo de la gente. Contra más indignación más sube y al revés. También hay que tener en cuenta que la encuesta se realizó a personas de izquierdas y se desestimo entrevistar a personas de centro-derecha. Así claro que gana Podemos. En las urnas el resultado sería muy diferente. Por so no quieren presentarse en municipales y se centran en generales. No quieren tener resultados catastróficos antes de hora y así mantener la burbuja en la que viven.
Lo mismo sucede con otras formaciones. El impulso que ha experimentado ERC en las elecciones europeas -no previsto en ninguna encuesta- no deja de ser otro globo sonda. Todos los que votaron a ERC no son independentistas ni la quieren. Tan solo protestaban. Era el efecto Podemos, pero con ERC. Eso sí, ellos se crecieron y pensaron que más de la mitad de catalanes querían la independencia. La realidad es que en la pseudoconsulta del 9N no llegaron al 29%. Y de esta cifra un tanto porciento muy alto es voto de CiU. Con lo cual ERC se queda donde estaba antes de esta debacle independentista. La otra vez que subió por encima de sus previsiones, en el primer tripartito, paso para castigar al CiU de Pujol, no porque asumieran los principios de este partido.
Los desgastes de gobierno, los planes o leyes poco entendidas por la ciudadanía, la mala gestión, la corrupción, las malas artes… todo esto es fundamental a la hora de votar y muchas veces las encuestas no lo reflejan. Sin hacer nada CiU está subiendo en las encuestas. Hace menos de dos meses ERC ganaba unas supuestas elecciones por goleada. Pasa el 9N y con la misma inestabilidad política y sin gestionar nada nuevo, resulta ahora que CiU se recupera y ERC baja. Lo mismo les pasa a otras fuerzas políticas. Que bajan en picado según sopla el viento. ¿Alguien lo entiende? Sociológicamente se puede explicar. Y para resumirlo diremos que el sentido común y el voto oculto juegan a favor de muchos partidos a la hora de la verdad.
Por eso debemos creernos las encuestas siempre y cuando les demos el valor que tienen. Es una tendencia y, como pasa en el mundo de la moda, esta cambia a cada temporada. Lo que hoy es blanco mañana negro o gris. Y lo bueno de las encuestas es que si no aciertan no pasa nada. Ahora bien, si aciertan se desborda la felicidad del encuestador. Disfrutemos de ellas y démosles la importancia justa que tienen, ni más ni menos.
César Alcalá