Oriol está triste… ¿Qué tendrá Oriol?
Los suspiros se escapan de su boca de fresa,
que ha perdido la risa, que ha perdido el color.
Oriol está pálido en su silla de oro,
está mudo el teclado de su clave sonoro,
y en un vaso, olvidada, se desmaya una flor.
El jardín puebla el triunfo de los pavos reales.
Parlanchina, la dueña Forcadell dice cosas banales,
y vestido de rojo piruetea el bufón.
Oriol no ríe, Oriol no siente;
Oriol persigue por el cielo de Oriente
la libélula vaga de una vaga ilusión.
¿Piensa, acaso, en el príncipe Artur,
o en el que ha detenido su carroza argentina
para ver de sus ojos la dulzura de luz?
¿O en el rey de las islas de las rosas fragantes,
o en el que es soberano de los claros diamantes,
o en el dueño orgulloso de las perlas de Ormuz?
Espero que Rubén Darío me perdone por destrozar su inmortal “Sonatina”, pero es que no he podido resistirme. Al ver a Oriol Junqueras, en los últimos días, con esa cara de triste, reclamando – Si us plau!!, Si us plau!!- “elecciones constituyentes” para crear un “Govern de concentración” que debería llevar a cabo un “referéndum para ratificar la Constitución catalana” y finalmente la proclamación de la “República catalana”, no he podido evitar que viniera a mi memoria la pregunta del poeta: ¿Qué tendrá la princesa?
¿Acaso se ha dado cuenta que su Príncipe, el bello convergente Artur le está tomando el pelo? ¿Se ha sentido utilizada? ¿Ha visto cómo sus sueños de DUI en seis meses se esfumaban? ¿Cree que el muy ladino de CiU, una vez ha conseguido su objetivo de capitalizar el 9N para sus intereses de conservar el poder se ha olvidado de sus promesas ? ¿Lo dejará, una vez más, de lado?
Pobre, triste y llorosa princesa.
Diábolo