Apreciados amigos y vecinos del “dret a decidir”:
Llevo un año soportando vuestra representación teatral. Aunque lo mío, confieso, está cercano a las “furias infernales” de los Pastorets, en esta comedia he aceptado con resignación todas las salidas de tono del “Rovelló” Mas y del Lluquet Junqueras. Me he contenido ante las apariciones milagrosas de la enviada celestial Forcadell y he aguantado los kilos de “mel i mató” con los que l’Assemblea Nacional Catalana y Òmnium, han embadurnado la campaña propagandística más de cuento de hadas que recuerdo haber visto nunca…Y tengo algunos miles de años a mis espaldas. Bueno, quizá ahí exagero un poco. En lo de los años, digo.
Ahora ya ha pasado el 9N con el que nos habéis bombardeado de noche y de día, por tierra, mar, aire e internet, y las cosas quedan un poco más claras. De entrada, no volváis a repetir que el 80% de los catalanes está por el “dret a decidir”. Como se ha demostrado, sois muchos, pero no superais el 35% los que lo defendeis. Hubo urnas sin consecuencias jurídicas, pero todo aquel que lo consideraba una necesidad vital, pudo ir a ellas. Rajoy es bueno y os dejó hacer la vuestra. 2’2 millones de asistentes no os dan derecho a seguir machacando al resto de catalanes – que somos bastantes más- que queremos vivir en paz y dejar de escuchar vuestra cansina canción.
Iros a casa, dedicaros a trabajar y a engrandecer Catalunya, que eso es lo mejor que podéis hacer por el futuro de vuestros hijos y en recuerdo a vuestros mayores que, junto a los míos, hicieron esta tierra grande y la convirtieron en un punto de referencia para todos los españoles. Un lugar donde se podía vivir en libertad y que era pionera en muchas cosas. Iros a casa, por que sino de todo aquello no quedará nada.
Ahora ha llegado el momento de olvidar, tender lazos y empezar a construir cosas.
Eso sí, antes de empezar, hacedme un favor: limpiad de una vez las calles y plazas de ese horroroso plástico de color amarillo. Vosotros habéis ensuciado los espacios de todos y vuestra obligación es limpiarlo. Ya tardáis.