Canovelles se vistió de fiesta cultural el pasado viernes, 24 de octubre, al inaugurar la exposición más destacada en los últimos tiempos. Se trata de una muestra de 5 piezas de grandes dimensiones, del desaparecido pintor Josep Lluis Arimany de temática religiosa, que permanecerán en la sala Arimany de Can Palots hasta el 28 de diciembre. Las pinturas al óleo expuestas son El Monte Calvario, La piedad del Empordà, El Cristo del Montseny, el Encuentro de Jesucristo con su madre después de la Resurrección y María Magdalena. Alguna de las piezas es la primera vez que se pueden ver en público.
“Soy feliz como persona y como alcalde porque inauguramos la muestra de uno de los grandes ilustres de nuestro país y de nuestro municipio, así como una gran persona”, dijo el alcalde de Canovelles, José Orive en el acto. Con motivo de los 15 años de su muerte, el Ayuntamiento propuso a la familia de Arimany exponer algunas de sus obras en Canovelles. Núria Arimany, hija del artista, se mostró durante la inauguración muy emocionada e ilusionada con la exposición: “Quiero dar las gracias al Ayuntamiento por pensar, una vez más, en mi padre y dar la oportunidad al público de disfrutar de su obra “. La hija explicó también los inicios de Arimany en el mundo de la pintura: “En 1970, mi padre ganó el primer premio de pintura, lo que le hizo creer en el mismo y en su faceta como pintor. Desde entonces, no paró de pintar “.
Josep Lluís Arimany (1923-1999) fue pintor y pediatra y vivió en Canovelles desde los años 70 hasta su muerte. Arimany destacó por el tratamiento que otorgaba a la figura humana dados sus amplios conocimientos de anatomía. Dentro de su obra, destacan El Cristo de Montserrat, instalado en la basílica de Montserrat, y otras de temática religiosa exhibidas en el Vaticano, así como una extensa obra de retrato. Sus piezas tienen una altísima cotización económica en el mercado.