Foto: Xavier Solanas

ORIOL SERRA

3.236 vallesanos han emigrado este año al extranjero en busca de oportunidades laborales que no les ofrece el mercado español. Una cifra que supone un incremento del 25% respecto a la de 2009, cuando fueron 2.415 los que se fueron a buscar una vida mejor más allá de nuestras fronteras. Son datos que recoge el informe Generació JESP (Joves Emigrants Sobradament Preparats), elaborado por el sindicato UGT y presentado el pasado martes en su sede granollerense.

Un documento que pone de manifiesto la cruda realidad de un país cuyo talento se ve forzado a emigrar ante un mercado laboral que año tras otro ve aumentar su tasa de paro: según el mismo informe, durante los últimos cinco años el Vallès Oriental ha perdido el 21% de su ocupación. A lo que hay que añadir una precariedad cada vez más generalizada que se traduce en salarios bajos y la “imposibilidad de encontrar un empleo digno”. Tal y como destaca el texto, el 44% de los españoles con edades comprendidas entre los 25 y los 29 años está “subocupado”, o lo que es lo mismo, tiene una ocupación por debajo de su nivel de estudios. “La ecuación ‘formación + esfuerzo = éxito’ ya no se cumple en este país”, sentencia el informe.

El perfil del emigrante vallesano es el de un joven con estudios superiores. Los principales destinos son países europeos donde los efectos de la crisis han sido escasos o menos notorios que en España, caso de Alemania o Francia, y en un segundo nivel Andorra o Suiza. Les siguen países sudamericanos como Argentina, Venezuela o Brasil, y en tercer América Central y del Norte, Asia y África. En un plano más discreto se encuentra Oceanía. A todos ellos, insiste el informe de UGT, hay que añadir los estudiantes que llevan a cabo prácticas en el extranjero y que, “debido a su estancia limitada en el tiempo, no figuran en el registro del padrón”.

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