REDACCIÓN
La empresa eléctrica Endesa controla sus dominios a vista de pájaro. Recientemente ha revisado el estado de 292 kilómetros de líneas de media tensión que discurren por 32 municipios repartidos entre las comarcas del Maresme, el Vallès Occidental y el Vallès Oriental y para ello ha utilizado un helicóptero. Concretamente el “pájaro” de Endesa ha sobrevolado 10 municipios de la comarca: Bigues i Riells, Castellcir, Castellterçol, Fogars, Montseny, Sant Esteve de Palautordera, Sant Feliu de Codines, Sant Pere de Vilamajor, Sant Quirze Safaja y Santa Maria de Palautordera. Gracias a ello la labor que desde tierra sería de semanas se ha quedado reducida a apenas unos días. La inversión también se ha reducido de forma notable: la compañía ha invertido 21.800 euros en verificar el cableado como medida preventiva para evitar posibles anomalías este próximo invierno en el servicio a 27.300 clientes.
La operación ha consistido en sobrevolar las líneas eléctricas con un helicóptero dotado de una cámara de rayos infrarrojos que examina el cable y detecta si hay o no algún punto caliente (con una temperatura superior a la del mismo cable, es decir, con riesgo de sobrecalentarse), un problema imposible de ver a simple vista, que puede indicar un mal funcionamiento del cableado por un deterioro prematuro. Los “puntos calientes” son además un aviso del lugar donde se puede registrar un problema más adelante como una simple avería o la ruptura del mismo en caso de problemas meteorológicos.
En caso de detectar alguna anomalía, las coordenadas del ‘punto caliente’ quedan registradas automáticamente y se activa el mecanismo para arreglarlo. Con la inspección termográfica de la red eléctrica, además de reducir el riesgo de averías también se minimiza la posibilidad de incendio en las zonas boscosas.
Las inspecciones en helicóptero, que se hacen de forma periódica, no han hecho que se abandonen las revisiones convencionales a pie de línea sino que éstas se han convertido en complementarias. El helicóptero es muy eficaz para grandes líneas en zonas descubiertas, pero no llega a todas partes ni puede usarse todo el tiempo. La empresa en este sentido no ha abandonado el sistema tradicional sino que durante todo este año, tanto a pie como en un vehículo todo terreno-equipado con una cámara especial se siguen inspeccionando termográficamente los puntos con mayor riesgo de problemas, como los cruces con autopistas, carreteras y ferrocarriles.