JORDI ABAYÀ
El CEIP Quatre Vents de Canovelles tuvo el pasado viernes un fin de curso distinto al resto de escuelas de la comarca. Una vez finalizadas las actividades lectivas, el AMPA de la escuela convocó una acción reivindicativa para presionar a favor de la construcción del edificio definitivo. Los padres, acompañados de niños y algunos maestros, se concentraron a partir de las 7 de la tarde en el centro y se prepararon para pasar allí la noche. En total fueron unas ochenta personas las que lo hicieron, aunque a lo largo de la jornada hubo personas entrando y saliendo que hicieron oscilar la cifra. La primera actividad del encierro fue la lectura de un manifiesto en el que se pide a la Generalitat que acepte la reciente resolución del Parlament sobre la escuela y que incluya la construcción del nuevo edificio en los presupuestos del 2013 con el objetivo de que el edificio pueda estar construido en el 2014. También piden al Ayuntamiento y a la Generalitat que sumen esfuerzos y que no “se pierdan en pactos de partido” y afronten con “ganas las consecuencias de sus actos”.
El AMPA de la escuela Quatre Vents, presidida por Dolors Jiménez, en su manifiesto se muestra dolida con la actuación del Ayuntamiento de Canovelles en esta cuestión y recuerdan que la apertura de la calle Santa Madrona “ha sido uno de los temas que han marcado negativamente el trámite administrativo, ya que la Generalitat de Catalunya, con la ley en la mano, no podía aceptar unos terrenos sin los servicios mínimos necesarios para hacer una escuela”. El AMPA señala que “durante un año y medio el Ayuntamiento de Canovelles ha dicho que todo el trámite administrativo para hacer la escuela estaba cerrado y que la Generalitat parecía que quería poner palos en las ruedas. Finalmente el pasado 3 de mayo el Ayuntamiento de Canovelles entregó en mano a la Comissió d´Ensenyament, el papel que tantas veces había negado que faltara”.
A lo largo del encierro, hubo actividades para los niños y se organizó una cena para 90 personas. Los acampados participaron en actividades hasta las 3 de la mañana que es cuando todos se fueron a dormir.
El sábado, a las 12 del mediodía, tras el desayuno y la visita del gigante Urpes dels Gegants de Canovelles, se dio por finalizado el encierro. “Todo transcurrió en un ambiente distendido y agradable. Un acto reivindicativo y negativo para los políticos, pero de hermandad para las familias”, resume la presidenta del AMPA, Dolors Jiménez. “En septiembre -afirmó- habrá más y mejor”.