JORDI ABAYÀ
Bigues i Riells celebró el pasado jueves, día 26, el primer pleno tras la fallida moción de censura contra el alcalde de CiU, Joan Vila. Aunque el público que acudió al pleno fue escaso, éste estuvo repleto de momentos de interés y dejó claro que la sombra de la fallida moción de censura es alargada. De entrada, mostró que la moción que se frustró al retirarle su apoyo el grupo de ERC, no se ha saldado sin víctimas. En el pleno presentó su renuncia la regidora del PSC, Marisol Rodríguez, quien en la pasada legislatura había sido la responsable de juventud. Rodríguez, que leyó los motivos de su renuncia, señaló que en gran parte la había tomado a causa de las presiones recibidas durante los días de la moción de censura y especialmente por los mensajes que llamaban al boicot hacia su negocio. Estas fueron sus palabras: “Después de estos días tan difíciles y tensos para unos y para los otros, quiero decir que no me disculparé por ser socialista. Nadie debería disculparse por ser lo que es. Quiero agradecer a todos los que, sin compartir mis ideas políticas, me han dado apoyo como persona en el intento de abatirme y derribarme sin pudor y que han deseado el cierre de mi negocio”. Se da la circunstancia de que Rodríguez, que será sustituida por el número 6 de la lista del PSC, Eusebio Casado, es la segunda regidora de la lista que dimite esta legislatura. En noviembre presentó su renuncia Carolina Valverde.
La cuestión principal del pleno, sin embargo, no fue ésta sino la presentación de los presupuestos del 2012, unos presupuestos que estaban elaborados desde el mes de septiembre, pero que no habían salido adelante hasta el momento al no tener CiU la mayoría necesaria. El jueves los presupuestos que ascienden a 11´5 millones, se aprobaron con los seis votos de CiU y el del regidor de ERC, Joan Galiano. La votación conjunta dejó en evidencia la nueva relación existente entre ambas fuerzas desde la moción de censura. En el mismo pleno CiU apoyó a ERC para adherirse a la Associació de Municipis per la Independència, designó a Galiano como su representante ante ésta y ante la Fundació de Bigues i Riells.
