JORDI PURTÍ
El día siguiente que el MHP Jordi Pujol hubiera defendido la independencia de Cataluña en una entrevista en el programa Salvados, estuvo en el Colegio La Salle de Sant Celoni, donde más de 200 personas siguieron la conferencia «Escuela y Valores» que se organizó en el auditorio Germà Genaro con motivo del centenario de la presencia de este centro educativo en Sant Celoni.
El evento levantó mucha expectación, por el personaje en sí y a la espera si las declaraciones del día anterior podían tener continuidad. Pero en esta ocasión, Pujol no fue tan directo y se limitó a defender con convencimiento que en Cataluña la escuela ha seguido una política de país de manera inclusiva y no discriminatoria con un papel fundamental «para la inmersión cultural y lingüística de la inmigración, a pesar de que es un proceso complicado que necesita tiempo». En ese sentido habló de derechos y deberes “un doble juego que debemos de respetar los autòctonos y los que vienen de fuera, es decir respetar el país de origen y el país que los acoge”.
El expresidente de la Generalitat de Cataluña pasó buena parte de su disertación defendiendo el papel del maestro. Reconoce que no acabamos de tener una enseñanza del todo buena, pero que en cualquier caso es mejor de lo que nos imaginamos y en la cual «un maestro debe tener autoridad y respeto y en la escuela se tiene que enseñar a ser serio porque la espontaneidad no ha dado buen resultado».
A Pujol no le convenció nada la política educativa del tripartito y, sobre todo, en el tema de los ordenadores “porque los alumnos deben estar motivados y aún así muchas veces con ello no hay bastante”.
Reconoce que la LOGSE no fue una buena ley a pesar de que CiU en su momento votó a favor y por eso tiene el convencimiento de que no fue un error, gracias a la actitud de los maestros y a los directores de las escuelas. Tampoco entiende que cada vez que hay un cambio de gobierno se tenga que hacer una nueva ley educativa, porque cualquier ley necesita un mínimo de diez años para saber si es buena o no.
El bien común y el interés general fueron otros aspectos en los que el expresidente de la Generalitat puso un especial émfasis antes de terminar su conferencia, de casi dos horas, asegurando que los valores «son el origen de las finalidades».