JORDI ABAYÀ
El Consorci per a la Gestió de Residus del Vallès Oriental mira el futuro con un cierto optimismo. En 2011, la joya de la corona del Centro Comarcal de Recogida de Residuos, la nueva planta de compostaje, ha empezado a funcionar a plena capacidad y esto se ha notado en su cuenta de explotación. Gracias a la producción de biogás y a su conversión en electricidad que es vendida, el Consorci ha conseguido unos ingresos de 341.808 euros. Esto sólo ha sido desde el mes de abril, en el que la venta de electricidad, alcanzó los 10.448 euros, lo que hace preveer que a lo largo del 2012 la cifra sea muy superior. En octubre, por ejemplo, se alcanzó una punta de producción que permitió recaudar 73.155 euros.
Los ingresos en la venta de electricidad han venido en paralelo a que la planta ya está, según explicó el presidente del Consorci, Joan Castaño, al límite de su capacidad y trata unas 45.000 toneladas al año de materia orgánica. De estas, unas 20.000 proceden de la comarca. La recogida de esta fracción aumentó el año pasado un 0´2% y la recogida ya está implantada en 41 de los 43 municipios de la comarca. El único municipio pendiente es Vallromanes que está en trámite. El otro, Granera, utiliza el sistema del autocompostaje. La recogida de la materia orgánica se ha situado en el 29% de la producción total lo que coloca la comarca en un buen nivel. “Aún queda camino por recorrer”, comentó Castaño al respecto.
En 2011, según la memoria de gestión de residuos presentada por el Consorci este miércoles, la producción total de residuos de la comarca volvió a disminuir en un 3´4%, pese a que la población creció hasta casi los 400.000 habitantes. Esto ha hecho que baje la producción de residuos por cápita hasta los 1´28 kilos/dia. En total la comarca sigue generando 185.653 toneladas de residuos al año de las cuales unas 71.748 acaban en la planta de transferencia de Granollers como rechazo. Estos residuos, tras ser compactados, se transportan – el 44%- hasta la incineradora de Mataró y el resto acaba en los vertederos de Palautordera – 38%- y Vacarisses.
El peor dato del año lo ha dado la recogida selectiva de vidrio, papel y cartón y envases ligeros que en un conjunto se ha reducido en un 10% pese a que aumentó el número de contenedores. La reducción se debe, principalmente, a la reducción en el cartón de un 19%. El vidrio ha disminuido sólo ligeramente (3%) y en cambio los envases han aumentado. Joan Castaño no se andó con rodeos a la hora de explicar las razones de esta caída: “El papel cartón comercial desaparece antes que lo recojan y también se lo llevan de los iglús”, comentó. Esta caída brutal en la recogida de esta materia ya ha provocado un reajuste en el servicio aunque por el momento no ha costado empleos. “Hemos podido ajustar el servicio por que ha coincidido con algunas bajas”, comenta la gerente del Consorci, Carme Clapés. A los responsables del Consorci les preocupan dos cuestiones en relación a este tema. Si el expolio continua en los actuales niveles porque el precio de esta materia sigue alto, los ayuntamientos acabarán por pedirles más y más reajustes del servicio. La segunda cuestión es que el precio de esta materia puede ser coyuntural – de hecho va a la baja – y si éste se desploma dejará de ser interesante su recogida. “Entonces – comentan- puede suceder que si se ha desmantelado el servicio, de una día para otro, las esquinas se llenen de restos”