marianoLa insuficiencia de medios o la carencia de recursos para disfrutar de un nivel de vida equivalente a los valores mínimos que se atribuyen al denominado Estado del Bienestar,  es la gran proveedora de votos de los partidos de  izquierda situados más a la izquierda de la izquierda representada por la socialdemocracia.

Si todos los sectores de la población, o una parte mayoritaria de ella, dispusieran de esos valores mínimos, los partidos más hacia la izquierda se quedarían sin electores o sólo con los testimoniales de una ideología pasada de moda y alimentada por la mezcla del arcaico comunismo y del ya decadente chavismo a pesar de haber nacido en 1.999.

Parece claro y lógico que si estos partidos consiguen el gobierno del país no serán precisamente los más interesados en desarrollar políticas cuyo objetivo sea dotar a los ciudadanos afectados de carestía, de los medios, capacidades y habilidades necesarias para que salgan de ella. La estrategia de la izquierda a la izquierda se presenta como la de prometer peces en vez de enseñar a pescar. Con ello, se asegura su supervivencia durante una temporada, luego se fusiona o desaparece.

El fraile dominico brasileño Frei Betto,  colaborador del gobierno Lula para la erradicación de la pobreza, fue muy explícito cuando al renunciar a seguir con su colaboración manifestó que a los dos años de ejercerla detectó que lo que era un programa emancipatorio para las clases más desfavorecidas, se estaba convirtiendo en un programa asistencialista porque convenía mantener a la gente en la dependencia permanente del gobierno puesto que así crecían los votos que éste obtenía en las elecciones.

Betto hizo un fiel retrato de la imagen que proyecta la izquierda a la izquierda: alcanzar el poder y mantenerse en él utilizando un proteccionismo que denigra la dignidad de la persona.  Parece que el ideal de la izquierda a la izquierda es conseguir el empobrecimiento general. La izquierda a la izquierda aborrece la corbata porque la identifica como un signo de actividad y riqueza.

M. Riera