La escuela Nicolás Longarón de Mollet puede perder el comedor escolar

by valles | marzo 19, 2013 10:51 am

Foto: Xavi Solanas[1]
Foto: Xavi Solanas

Mollet, 19 de marzo de 2013

La reducción de alumnos en la escuela Nicolás Longarón de Mollet del Vallès hace peligrar el servicio de comedor del centro por el encarecimiento del precio del menú diario. El descenso de niños y niñas que se quedan a comer ha comportado un aumento del coste del servicio que presta la empresa Cuinats Cecoc, a quien no le salen las cuentas y que podría romper su relación con el colegio el próximo curso. La dirección del Nicolás Longarón está estudiando otras fórmulas, que podrían pasar por derivar a los escolares al comedor de otros colegios próximos.

En nuestra sociedad cada vez es más común que los padres y las madres pasen el día fuera de casa trabajando, por lo que el servicio de comedor de los centros educativos se ha convertido en un elemento básico para las familias del siglo XXI.

La decisión de la Generalitat de cerrar la escuela Nicolás Longarón de forma progresiva y que en una primera fase ha supuesto la eliminación de la línea de P3, ha significado la supresión de 25 plazas directas, más otras tantas de indirectas correspondientes a alumnos de otros cursos superiores. “Hemos notado un fuerte descenso sobre todo por parte de los estudiantes con hermanos menores”, explica Susana Bernárdez, secretaria de la AMPA, quien revela que “ante la imposibilidad de matricular a sus hijos pequeños, algunos padres han decidido trasladar también a los hermanos a otros centros”. Asimismo, ha habido escolares que ante la amenaza de quedarse sin colegio en pocos años han optado por avanzarse y buscar una alternativa.

Todo ello ha supuesto una reducción directa de los niños que se quedan a comer, una cifra que actualmente no llega a la veintena de los 160 alumnos que estudian en el Nicolás Longarón. Ante esta situación, el precio del menú individual que sirve la empresa Cuinats Cecoc, que a día de hoy ronda los 6 euros, podría ascender hasta superar los 9 euros por niño, algo insostenible para las economías familiares. Contemplada la más que posible oposición de los padres, la empresa podría cancelar el servicio que dejaría de ser rentable.

“Estamos intentando encontrar soluciones, y una de ellas pasaría porque se mantuviera el precio y que los monitores trasladasen a los pequeños al comedor de otro centro, como el CEIP Montseny, y que a las 15.00 horas los regresasen”, señala Bernárdez, quien lamenta la situación.

La negociación corre a cargo de la dirección de la escuela que está en contacto con los colegios próximos y la empresa con el fin de encontrar una solución que convenga a todas las partes. Asimismo, los responsables del Nicolás Longarón aseguran que los Servicios Territoriales de Ensenyament están al corriente de la situación. Fuentes del Longarón han asegurado que entienden que la reducción de la natalidad haya implicado una reorganización de los centros educativos en el territorio, pero advierten que el actual contexto económico también ha jugado un papel destacado.

La situación se agravará el próximo curso, cuando la Generalitat ya no permitirá matricular a niños ni de P3 ni de P4, por lo que el centro se irá vaciando curso tras curso hasta que cierre sus puertas de manera definitiva.

 

Endnotes:
  1. [Image]: http://www.revistadelvalles.com/wp/wp-content/uploads/22-MOLLET-LONGARON-XS.jpg

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