by valles | octubre 11, 2012 11:15 am
ALBERT SEGURA
El Ayuntamiento de Mollet del Vallès y los socios del Club Sant Jordi están dispuestos a asumir el gasto del equipamiento si la Fundació Catalunya Caixa se aviene a cederles el casal de ancianos. Los afectados, los vecinos de Plana Lledó y el consistorio, presentaban esta semana una declaración conjunta para exigir una solución inmediata que permita a las personas mayores de esta zona de Mollet volver a disponer de un espacio “que forma parte de la vida cotidiana del barrio”. La entidad financiera que cerró el club el pasado mes de agosto alegando motivos económicos, se ha comprometido a estudiar esta petición. La previsión es que los responsables de la fundación se reúnan con el alcalde Josep Monràs a mediados de noviembre.
La propuesta que el consistorio y la Comisión de socios del Club Sant Jordi han planteado al Patronat Fundació Catalunya Caixa pasaría porque la entidad cediese el espacio al Ayuntamiento y éste asumiera los gastos de mantenimiento y suministros del local que ascienden a unos 6.000 euros anuales. Paralelamente se crearía una Junta Directiva del club que se encargaría de gestionarlo y se establecería una pequeña cuota de socio que serviría para financiar actividades o talleres para la gente mayor.
Aunque en un primer momento los responsables de la entidad financiera descartaron esta posibilidad que ya había planteado el Ayuntamiento, después de reunirse con los afectados han accedido a estudiarla. “Nos reunimos con los representantes del patronato el día 3 de octubre y nos informaron que nos harían llegar una respuesta por escrito”, explica José Luque, portavoz de la Comissió de socis, que advierte que este posicionamiento no puede demorarse demasiado: “El alcalde se volverá a reunir con ellos a mediados de noviembre, pero esperamos que para entonces ya tengamos una respuesta porque no estamos dispuestos a que cuando llegue el frío los ancianos se queden en la calle”, comenta.
Asimismo, recuerda que “el Club Sant Jordi es una parte del barrio que pertenece a sus socios porque se construyó gracias a los ahorros de los ancianos”. La condición que desde un principió estableció Catalunya Caixa fue que los socios domiciliasen la pensión en la entidad o formalizasen una imposición a plazos de 3.000 euros.
El Patronat Fundació Catalunya Caixa cerró el local el pasado mes de agosto, argumentando que estos clubes para personas mayores “tienen un coste muy elevado de mantenimiento” y “no responden a una necesidad prioritaria”. En este sentido indicaron que en los últimos tiempos Catalunya Caixa ha reconvertido 41 de los 45 centros de este tipo que existían en el territorio catalán y que estaban dedicados al “envejecimiento pasivo”. El objetivo de la fundación es ir sustituyéndolos por proyectos “viables económicamente y que suplan las carencias de cada territorio”.
En el caso de Mollet algunas de las opciones que se han planteado pasarían por convertir el espacio en un centro de día o en un comedor social. “No nos oponemos a que la fundación de otro uso a la instalación siempre y cuando destine un espacio para los ancianos del barrio”, comenta la concejal de Gent Gran de la ciudad, Ana María Díaz, que recuerda que Plana Lledó es una zona que ya dispone de varios equipamientos sociales de esta clase.
Díaz también explica que mientras no se solucione el problema, los ancianos de Plana Lledó podrán utilizar la sala principal del local de la Asociación de Vecinos del barrio para reunirse. “La entidad vecinal ha hecho un esfuerzo para ofrecer esta posibilidad a las personas mayores”, concluye Díaz.
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